El pleno de Les Corts ha rechazado hoy, con los votos del PP, pedir a la Conselleria de Educación la retirada del conocido como arreglo escolar para el próximo curso, y la renovación de las negociaciones con sindicatos y comunidad educativa para establecer unas nuevas condiciones.

La iniciativa, presentada por Compromís y que ha contado con el apoyo del resto de la oposición, también pedía salvaguardar los centros docentes públicos de educación infantil, primaria y especial de modificaciones que alteren a la baja el catálogo de unidades y los puestos de trabajo docentes.

Esta proposición no de ley ha sido defendida por el diputado de la coalición Josep Maria Pañella, quien ha denunciado la eliminación de unidades de educación infantil para el curso 2014/2015, especialmente en valenciano.

"Atacar la escuela pública a través de la reducción de unidades de educación infantil es un atentado que está siendo contestado por toda la comunidad educativa", ha advertido Pañella, quien ha acusado al Consell de usar el arreglo escolar "para cebarse con las líneas en valenciano".

Según Compromís, hay 72 unidades en valenciano suprimidas de infantil y primaria y 83 más están en centros con doble línea, en los que habrá que resolver qué unidad pierden, y ha denunciado que de las 136 escuelas públicas afectadas por la supresión de unidades en esta lengua, cinco serán cerradas.

Pañella ha asegurado que la libertad de elección de los padres que defiende el Gobierno valenciano es en realidad "libertad de los bien situados pero no de las familias trabajadoras, que no tienen igualdad de oportunidades para poder elegir".

Los socialistas han propuesto añadir a la iniciativa la petición a la Conselleria para que no ceda solares para la construcción de los llamados centros de iniciativa social mientras se cierran unidades, y para que la bajada de la natalidad se use para reducir la ratio y no para suprimir líneas.

La diputada del PSPV Pilar Sarrión ha manifestado que "nadie cree que se pueda mejorar el rendimiento escolar aumentado el número de alumnos por aula, reduciendo el número de docentes y eliminando unidades".

Aunque Compromís ha aceptado la enmienda de adición, la propuesta no ha salido adelante al haber recibido los votos contrarios del PP, cuya diputada Maira Barrieras ha rechazado que se reduzcan unidades educativas, que disminuya el número docentes y que bajen las líneas en valenciano.

Ha indicado que el arreglo escolar, que se aprueba "todos los años para mejorar la escolarización y adecuar la oferta a la demanda de plazas", es un documento vivo, y ha destacado que el próximo curso habrá 121 unidades educativas más, pues se suprimen 223 pero se crean 344 nuevas.

Barrieras ha indicado que la natalidad se ha reducido y existe menos inmigración, lo que disminuye el número de matriculaciones, pero ha asegurado que las unidades se adaptaran a la demanda de escolares, y ha afirmado que el profesorado no se reduce, ya que los docentes de unidades suprimidas son reubicados en otras.

Respecto al valenciano, ha destacado que en la actualidad son más los alumnos que estudian en valenciano frente a los que lo hacen en castellano, y ha recordado que mientras en 1996 había unos 77.000 alumnos escolarizados en esta lengua, en la actualidad estos estudiantes superan los 235.000.

La portavoz de EU, Marga Sanz, ha denunciado que el arreglo escolar planteado por la Conselleria para el curso que viene "pone en cuestión" el sistema educativo público valenciano, el valenciano como lengua propia y vehicular del sistema y "la capacidad de elección por parte de las familias".