La entrada en vigor del Plan de Revisión de Infraestructuras Educativas (PRIE), que se activó tras el doble incidente de derrumbamiento de techo en el colegio Luis Vives de Valencia en diciembre de 2012 que requirió la actuación de los bomberos, ha dado a conocer que uno de cada cuatro centros escolares de la Comunitat Valenciana que se han inspeccionado el año pasado presentan deficiencias estructurales y daños que pueden afectar a la cubierta, instalaciones eléctricas y calefacción, deterioro de cerramientos exteriores y barreras arquitectónicas.

El desprendimiento repentino del recubrimiento ignífugo de las vigas del techo (realizado en espuma solidificada) en la zona de juego del aula de Educación Infantil que acoge niños de 4 años en el CP Cervantes de Valencia ocurrido el pasado martes pasado momentos después de que los pupilos hubieran abandonado la clase ha vuelto a poner de manifiesto la deteriorada salud de las instalaciones educativas del territorio autonómico.

En este sentido, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha informado a Levante-EMV que dentro de la segunda fase del plan que contemplaba revisar los centros escolares con más de 40 años se han inspeccionado un total de 396 instalaciones (202 de Valencia, 119 de Alicante y 75 de Castelló).

El diagnóstico del estado de esos 396 edificios que permita saber qué deficiencias son las más habituales y cómo se van a subsanar no se ha dado a conocer.

Por otra parte, el departamento que dirige María José Català ha informado que simultáneamente a la aplicación del PRIE, técnicos de Educación han inspeccionado otros 300 centros escolares que todavía no acumulan cuatro décadas de historia para detectar «posibles problemas».

Del total de revisiones realizadas en ambos grupos de instalaciones los edificios cuadragenarios y los que todavía no lo son se ha observado que al menos 170 requieren una actuación «para garantizar su estabilidad y seguridad», referidas sobre todo a deficiencias detectadas en la instalación eléctrica. Y en este sentido, la lacónica información de la conselleria indica que esas 170 actuaciones «se han puesto en marcha», pero no se precisa qué dotación económica se necesitará para realizarlas, ni tampoco se facilita información sobre el estado en el que se encuentran esas «necesarias» 170 obras de mantenimiento para garantizar la seguridad de los centros.

Las tres fases del PRIE

La primera fase del PRIE que entró en vigor el 1 de enero de 2013 contemplaba la ejecución de 120 obras de reparación y mantenimiento de los centros.

La segunda incluía la revisión de los edificios más antiguos y la tercera aludía a las actuaciones urgentes que se cifraron 112 aunque en febrero de este año solo habían finalizado 39 de las prioritarias.