La alcaldesa de Benirredrà, Loles Cardona, defendió ayer que el ayuntamiento trató de evitar la manifestación convocada por el Grup d'Acció Valencianista (GAV) coincidiendo con la Trobada d'Escoles en Valencià que el sábado acogió esta pequeña localidad y recordó que remitió a la Delegación del Gobierno tres informes, uno del ayuntamiento, otro de la Policía Local y un tercero de Escola Valenciana que desaconsejaban esta concentración convocada bajo el lema «Stop trobades catalanistes» al haber antecedentes violentos en Gandia con este grupo y teniendo en cuenta que la mayoría de asistentes serían niños. Como ayer informó Levante-EMV, cinco jóvenes, cuatro de ellos menores, fueron agredidoscinco jóvenes, cuatro de ellos menores, fueron agredidos por un grupo de personas que, según relató una de las víctimas, salía de la concentración del GAV.

Desde la Delegación del Gobierno explicaron que las manifestaciones y concentraciones son un derecho constitucional y que son muy pocos los supuestos en que se pueden prohibir e incidieron en que los convocantes sólo tienen la obligación de comunicar su celebración. En esta línea, indicaron que también se celebran protestas antitaurinas a las puertas de una plaza de toros. No obstante, indicaron que la subdelegación del Gobierno se dirigió tanto al GAV como al ayuntamiento y se consensuó cambiar el lugar de celebración para alejarla en lo posible de la Trobada. No obstante, como ya dio a conocer este periódico, un informe de la Guardia Civil sí impidió el año pasado la celebración de una protesta similar en Alboraia. Cardona admitió que cuando la delegación del Gobierno le comunicó que no podría impedir esa concentración se optó por ubicarla en una de las entradas del casco urbano.

Escola Valenciana anunció ayer que está recopilando información sobre los incidentes para poner sus servicios jurídicos a disposición de los afectados y que está estudiando la actuación de la delegación del Gobierno por permitir esta concentración del GAV.

El PP de Gandia condenó las agresiones, señaló que «nunca pueden ser justificadas en un Estado democrático» y mostró su apoyo a los jóvenes agredidos. El PSPV de la Safor acusó al GAV de querer «reventar» la Trobada y lamentó que se hubiera autorizado «una manifestación fascista delante de una actividad para escolares». EU reclamó una investigación y valoró como una«irresponsabilidad» que se permitiera este acto. El GAV, por su parte, señaló que «la protesta por el adoctrinamiento filonazi que se hace en las Trobades transcurrió sin ningún incidente».