El presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, afirmó ayer que «el odio extremo» hacia los políticos aboca en ocasiones a «la locura de apretar el gatillo». En un artículo reproducido en su blog personal, Cotino asegura que en la sociedad española actual «existe un creciente clima de animadversión hacia la clase política, alentado en muchas ocasiones desde determinados sectores de manera irresponsable». «Se está generando un creciente rencor hacia las personas que ejercen la función pública a partir de acusaciones que calan en la sociedad, al margen de que algunas puedan tener base real y sean condenables», resaltó un dirigente que se ha visto en la picota mediática por su papel en la gestión de accidente del metro de Valencia en el que fallecieron 43 personas.

Para el presidente del parlamento autonómico valenciano, «ese rechazo transformado en odio extremo puede terminar por abocar a la locura de apretar un gatillo contra alguien, como se ha visto esta semana con el asesinato de la presidenta de la Diputación de León». Según Juan Cotino, existe en la sociedad española «un alto grado de crispación que se manifiesta no sólo con gritos en la calle en contra de los que ejercen la política, sino una muy preocupante fobia antipolítica que se trasluce en amenazas a través de las redes sociales, en agresiones físicas, o en la extensión de otras formas de acoso».

A su juicio, «el camino del odio y de la crispación nunca se resuelven los problemas. Todos somos iguales, aunque tengamos diferente ideología, y todos somos capaces de cometer errores y hasta horrores».

Cotino hizo referencia también al asesinato de Gregorio Ordóñez, diputado en el Parlamento del País Vasco y asesinado por ETA en 1995. «Lo conocí en Valencia y me dijo: "Estos odian, y cuando uno odia justifica hasta el matar"», explica el presidente de las Corts: «Dos meses después, en enero de 1995, acudí a su entierro en San Sebastián».