Podemos, la sorpresa de los comicios del pasado domingo en España y en la Comunitat Valenciana, hubiera obtenido ocho escaños en las Corts de haberse celebrado las Elecciones Autonómicas. Ante estas espectativas generadas en la población, la idea del colectivo que lidera el profesor de Ciencias Políticas y tertuliano de televisión Pablo Iglesias es «optar a todo», incluida la presidencia de la Generalitat y todos los municipios donde se constituyan «círculos» de este nuevo partido, explicaba a Levante-EMV la flamante eurodiputada nacida en Valencia Lola Sánchez. A día de hoy, Podemos ya dispone de potentes grupos en Alicante, Valencia, Quart de Poblet, Alcoi, Xàtiva o la Universitat Politècnica de Valencia, según los grupos abiertos presentes en la red social Facebook y que han acogido numerosos actos en campaña.

Uno de los portavoces de estos círculos es José María Copete, residente en Alicante y quien ayer también coincidía con su compañera eurodiputada en anunciar una candidatura a las autonómicas. El activista explicó que se está trabajando en conformar una Coordinadora del País Valencià de cara a consolidar una organización que impulse el partido para los comicios de mayo de 2015 que vaticinan una tremenda caída de los dos grandes partidos. «Hay mucho trabajo por hacer. Pero pienso que sí. Vamos a empezar a preparar el programa electoral y la conexión de Podemos con la ciudad de Alicante y de los ciudadanos del País Valenciano a través de sus comarcas y en sus ciudades», indicó Copete a Europa Press.

El partido nacido hace cuatro meses y que todavía tendrá su asamblea constituyente el próximo 14 de junio en Madrid obtuvo el pasado domingo 143.671 votos, el 8,25 % del total. Por encima de una coalición como Compromís que, con seis diputados, numerosas alcaldías y más de 300 concejales, cosechó 138.480 sufragios el pasado domingo, un 7,94 % del total. El nivel de influencia que ha conseguido Podemos en estos comicios tendrá que ser encauzado por los numerosos voluntarios que con entusiasmo inundaban ayer las redes sociales y que participaron como interventores y apoderados en numerosas mesas electorales.

Para quienes no conozcan el movimiento ciudadano liderado por Pablo Iglesias, sólo tienen que irse a ver la procedencia de los cinco eurodiputados conseguidos ayer para hacerse una ligera idea. A la cara visible del partido, cuya imagen llegó a ser el logo de las papeletas, le han seguido Teresa Rodríguez, profesora de secundaria de 32 años; Carlos Jiménez-Villarejo, exfiscal jefe Anticorrupción; Lola Sánchez, licenciada en Ciencias Políticas en el paro y Pablo Echenique, científico titular del CSIC. Una amalgama de ciudadanos «indignados» con la situación económica y los recortes.

De hecho, muchos de los miembros de sus «círculos» llegan de las asambleas del 15M y de plataformas ciudadanas como Stop Desahucios, aunque también acuden muchos estudiantes y personas que nunca habían participado activamente en la política. Un éxito por ejemplo, fue el acto organizado en la Universitat de València, que congregó a un millar de personas para escuchar en directo a Iglesias. Además, otros actos en zonas marcadamente urbanas como Torrent o Xàtiva fueron también un éxito rotundo. En las cuatro ciudades más pobladas de la Comunitat Valenciana el resultado de Podemos superó su media de votos, un 8,55 % en Valencia (26.188), un 8,88 en Castelló (5.004) y un 9,95 y un 11,48 % respectivamente en Alicante (10.866) y Elx (8.761).

Programa calcado a EU y Compromís

Aunque el programa electoral es muy similar al de Esquerra Unida o Compromís, ha sido el liderazgo de Iglesias fomentado por su proyección televisiva, el uso de las redes sociales y la novedad de su marca la que ha lanzado al estrellato a este partido. Porque sus postulados no difieren mucho de los partidos valencianos más a la izquierda del PSPV-PSOE, con referencias a «los rescates ciudadanos», el impago de la «deuda ilegítima» o la nacionalización de la banca. Así, ayer destacados miembros de Izquierda Unida lanzaban el guante públicamente a Podemos para una posible candidatura conjunta, aunque en los diferentes grupos de Facebook abiertos no entusiasmaba en exceso esta posibilidad.

El futuro de Podemos es prometedor pero a la vez incierto porque también deberá combatir con las particularidades de cada autonomía y la ley electoral, que en los comicios generales y autonómicos difiere de la circunscripción única de las Europeas. Ayer Iglesias lo tenía claro: «No hemos nacido para ser una fuerza testimonial» y «sí para construir una alternativa diferente» a los partidos «que nos ha llevado al desastre», dijo en su valoración sobre las Europeas.

«DDHH y sentido común»

El programa de Podemos es marcadamente de izquierdas con constantes referencias a la soberanía de los Estados contra las multinacionales y a las libertades de los ciudadanos. Pero la variedad de votantes del nuevo partido es muy amplia, puesto que reúne a ciudadanos decepcionados con el actual sistema. Por ello, los líderes de Podemos se han marcado una única línea roja, «los derechos humanos» y el «sentido común», según coincidían ayer tanto uno de los impulsores del movimiento y cara visible del proyecto, Pablo Iglesias, como la flamante eurodiputada nacida en Valencia, Lola Sánchez. Un sentido común que ha puesto de acuerdo a más de 140.000 votantes en la Comunitat Valenciana y a más de 1,2 millones de personas en España. Los verdaderos triunfadores de los comicios.