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Especies invasoras

El trópico llega al Mediterráneo

El aumento de la temperatura del agua dispara el número de especies que se asientan en el litoral valenciano procedentes del oceáno Atlántico o el Índico

Pescadores en el Grao de Gandia, cuya labor es crucial para detectar nuevas especies de peces. ximo ferri

Mientras miles de visitantes llegan cada año a las costas valencianas atraídos por el clima y las playas, otros también lo hacen, aunque en su caso a través de las profundidades marinas. Son las nuevas especies halladas en el mar Mediterráneo, que prefieren quedarse una vez aclimatados a la temperatura de las aguas, que ha aumentado como consecuencia del efecto del calentamiento.

En Baleares ya tienen catalagodas una treintena de esas especies raras que proceden de los mares tropicales, pero que se adaptan perfectamente a las aguas del mediterráneo, lo que pone en evidencia el cambio que se está produciendo en el medio ambiente marino y en el clima en el ámbito global. Ello tiene un efecto sobre el Mediterráneo que los expertos denominan «tropicalización». En algunos casos se trata de poblaciones casi irrelevantes, pero entre los expertos surge la necesidad de un mayor estudio sobre su evolución.

De lo que no hay duda es de que el número de especies exóticas o invasoras en el mar Mediterráneo se ha disparado en los últimos años como consecuencia del calentamiento de las aguas.

El decano del colegio de Biología de la Comunitat Valenciana, Nacho Lacomba, asegura que en la Comunitat Valenciana se trabaja en la identificación de esas especies que denomina «invasoras» y cuya llegada considera que está muy relacionada con las líneas del tráfico marino y la vías comercialización, «que inducen a entrar en el Mediterráneo a especies que no podrían alcanzarlo de una manera natural», pero que una vez en sus aguas se adaptan perfectamente, explica, pese a su procedencia meridional, tropical o subtropical.

Lacomba añade que sí se han detectado este tipo de especies, pero que el problema es que no existen registros. Se trata de peces que penetran en el Mediterráneo a través de los dos únicos puntos donde es posible: el estrecho de Gibraltar y el canal de Suez, aunque la mayoría llegaría desde el Atlántico.

Invertebrados marinos

El fenómeno de la tropicalización de las aguas no afecta solamente a los peces, ya que también han empezado a proliferar tipos de alga y de invertebrados, según los expertos.

El biólogo balear Xisco Riera, de la conselleria de Medio Ambiente, ha recopilado muestras de especies extrañas aparecidas cerca de las islas, en una campaña en la que han colaborado, además, las cofradías de pescadores, que resultan clave en el seguimiento de las reservas.

«No ocurre únicamente con peces, lo observamos también con todo tipo de invertebrados marinos, como medusas, que proliferan por muchas causas», añade el experto, que detecta que el «calentamiento de las aguas favorece esa proliferación», que se produce como consecuencia de que el mar ha perdido, como consecuencia de la contaminación y de la sobreexplotación pesquera, una estructura que evitaría la proliferación de esas especies. «Si los predadores de medusas no estuvieran esquilmados éstas no aparecerían con tanta facilidad ni camparían a sus anchas como ocurre en la actualidad». Porque es precisamente la mayor temperatura de las aguas la que favorece su reproducción y proliferación, añade Lacomba.

Calentamiento de las aguas

Respecto al calentamiento, el experto señala que es posible relacionarlo con la presencia y también con la ausencia de determinadas especies de peces en sus movimientos migratorios, lo que también influye, a su vez, en otras protegidas como es el caso de aves, las pardelas o los charranes, «que pueden tener o no éxito en su reproducción en función de la presencia durante la primavera o verano en aguas superficiales de anchoa o sardinilla, que son sus presas», señala el biólogo.

Son fenómenos como los descritos los que dan pistas o indicios a los científicos y que refuerzan la hipótesis de que las temperaturas en el Mediterráneo son más altas de lo que correspondería o de lo que se tiene conocimiento de un registro histórico que es muy limitado, porque no existen datos más allá de unas pocas décadas, señalan, lo que impide a los científicos que estudian estos fenómenos.

Pero hay evidencia y es que pescadores y científicos vienen constatando la presencia cada vez más elevada de peces y otras especies marinas que nunca antes se habían visto en el Mediterráneo y que, gracias al calentamiento global, amplían su zona de influencia más allá de las aguas cálidas que siempre habían constituido su único hábitat.

Los expertos hablan de la «tropicalización» del mar Mediterráneo para explicar este fenómeno que va modificando lentamente las condiciones de los fondos marinos, ya sea por la incorporación de especies totalmente nuevas o por la adaptación de las especies existentes a la nueva situación climática inéditos hasta hace poco tiempo en aguas baleares, el mismo que está en el origen de la proliferación de medusas en las costas valencianas, que se ha agravado en los últimos años, también por ese efecto de tropicalización. Riera señalaba que desde mediados de los 80 se detectan cambios en la fauna marina con la presencia «cada vez mayor de especies procedentes de aguas más cálidas», apunta. Incluso se ha detectado una especie de pez procedente del Índico, el llamado pez trompeta, un hecho favorecido según Lacomba porque el canal de Suez es una estructura artificial que permite el ingreso de estos peces. Así detectaron una especie de sardina, el pez guitarra o el pez ángel o el cangrejo percnon, ejemplar de gran rareza. Otro de los que se ha adaptado es el pez globo, como especies de jurel o de raboa que hasta hace pocos años no eran habituales en estas aguas.

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