La semana que el Consell estrena Portal de Transparencia el pleno de las Corts se reúne hoy en sesión secreta para aprobar la sanción de un mes de suspensión como diputada de la portavoz adjunta de Compromís Mònica Oltra, quien el 8 de mayo se negó a ser expulsada del hemiciclo por el presidente, Juan Cotino, lo que provocó el aplazamiento sine die del pleno. Será la primera vez en sus 31 años de historia que el pleno se reúna a puerta cerrada. Y tan cerrada. Los servicios de la Cámara tienen instrucciones de cerrar con llave las puertas de acceso al palco de invitados así como a las cabinas de prensa con el fin de garantizar la reserva y que nadie se cuele para seguir el debate, que será grabado pero no emitido ni por el circuito cerrado de TV ni por Internet.

Al mismo tiempo, en las seis puertas de entrada al hemiciclo se apostarán sendos ujieres para preservar el desarrollo del pleno. Las Corts, a modo de búnker, abordarán la pena propuesta por los miembros del PP en la Mesa de la Cámara, en contra del criterio de la oposición. La votación será igualmente secreta, aunque se efectuará por procedimiento electrónico. El panel mostrará el resultado de la votación pero omitiendo la identidad de los parlamentarios que voten.

Oltra puede asistir si lo desea a lo que desde Compromís se califica irónicamente de «auto de fe» pero no lo hará, ya que la coalición ha decidido no participar en la sesión. Tampoco lo hará Esquerra Unida. Así, de ese pleno a puerta cerrada, convocado para las 9.45 horas, únicamente serán testigos los diputados del PP y los del PSPV. Solo podrán intervenir los síndicos, de menor a mayor. Ante la ausencia de los minoritarios, hablará primero el socialista, Antonio Torres, y después, el popular Jorge Bellver.

En pasillos, los diputados de Compromís y EU aguardarán un veredicto que está cantado porque el PP cuenta con mayoría absoluta. La portavoz adjunta esgrime que en la polémica sesión no pudo oír la segunda llamada del presidente el aviso previo a la tarjeta roja por el rifirrafe que mantenía con diputados del PP mientras la Mesa defiende que la sanción es por negarse a acatar la disciplia del presidente, al margen de las circunstancias que rodearon la expulsión.

A debate, la ley de Transparencia

La pena será de aplicación inmediata. Oltra ya no podrá participar en el pleno que comienza a partir de las 10.30 horas el último ordinario del periodo de sesiones y en el que tiene una proposición no de ley sobre el derecho foral valenciano. Antes, la coalición defenderá una proposición de ley de Transparencia. El secretismo es una reliquia del reglamento de 1983, común en las normas parlamentarias y previsto para los debates que afectan a la «dignidad» de los diputados. Así, por ejemplo, la Comisión del Estatuto de los Diputados, el órgano disciplinario, se reúne siempre en secreto, como la Comisión de Gobierno Interior, que trata de los presupuestos de la Cámara y de asuntos como los sueldos y las subvenciones a los grupos.

La Mesa buscaba una suerte de inhabilitación temporal de Oltra pero, ante el temor al anunciado recurso al Constitucional hay dos precedentes en España, uno favorable al sancionado y otro, más reciente, al sancionador, se ha optado por la suspensión en sus derechos parlamentarios. Durante un mes, la diputada no podrá presentar iniciativas ni asistir a los plenos, comisiones y juntas de portavoces, y se le quitará la mitad del sueldo (2.160 de los 4.521 brutos).