El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, también fue interrogado por la polémica suscitada ante la apertura de la nueva tienda de Ikea los domingos, una medida a la que se resiste el alcalde de Alfafar. Fabra abogó al respecto por el diálogo entre todas las partes.

«La decisión que se tome no se hará en contra de nadie», aunque el jefe del Consell admitió que es «lógico que una inversión de 100 millones, como la que se ha hecho en este caso, se quiera rentabilizar». Fabra se mostró dispuesto a escuchar a «todos los alcaldes, para conciliar el interés local con el regional, porque este tipo de comercios tienen un radio de influencia que llega a los 350 kilómetros y que genera actividades y empleos», aunque también lanzó una velada crítica a quienes «no quieren tomar decisiones, que son difíciles de explicar a nivel local, y prefieren que las tomen otros, pero hay que conciliar el interés local con los intereses regionales», defendió el jefe del Consell. l. ballester bruselas. enviada especial