El episodio de tormentas severas que arrancó el pasado martes ha dejado a su paso importantes daños en la agricultura del interior de Valencia y en sus infraestructuras agrarias, además de provocar numerosos arrastres y desprendimientos en carreteras secundarias, la interrupción del servicio en la línea del AVE Madrid-Alicante y pequeñas inundaciones en el municipio de Chiva.

La lluvia, que ayer dejó registros de hasta 77 litros por metro cuadrado en Turís, ha sido sin embargo muy beneficiosa para algunas zonas agrícolas de L'Horta y la Ribera, donde esta vez llegó sin granizo, ha refrescado los montes, mejorando ligeramente las condiciones de ignición, y ha descargado con intensidad en la cabecera de los ríos Júcar, Mijares y, en menor medida, del Turia.

Las precipitaciones obligaron a intervenir a los bomberos por acumulación de agua en la entrada a Sierra Perenchiza (Chiva) por la CV424, que quedó cortada en la tarde de ayer a la altura del puente sobre el barranco Gállego.

Los bomberos tuvieron que realizar también tres achiques en Chiva mientras en la urbanización El Bosque, el barranco de Pelos sobre el que se construyó un campo de golf, recuperaba su viejo dominio e inundaba los bajos y sótanos de unas 40 viviendas. Los bomberos se vieron desbordados y la Policia Local de Chiva tuvo que actuar desplazando un equipo con bombas de achique a la zona.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología las precipitaciones más intensas se registraron durante veinte minutos, alrededor de las 22 horas, instantes durante los que se acumularon hasta 25 litros por metro cuadrado en la capital.

En diversos puntos de la región se superaron los veinte litros de lluvia acumulada durante toda la jornada, como sucedió en Picassent (47,2) Bugarra (36,3), El Puig (33,8), Calles (33,6), Quart de Poblet (32,6), Domeño (31), Ribarroja (30,6), Serra (28,8), Chiva (27,6), Chelva, Vilamarxant (25), Bétera (24,2), Real de Montroi (23,2), Manises (22,2) y Cervera del Maestre (21,6).

Las previsiones no contemplan probabilidad de lluvia durante la jornada de hoy ni mañana sábado, si bien podría regresar el domingo especialmente en la mitad norte.

En la A-3, a su paso por esta población, el agua corría libremente sobre el asfalto en algunos puntos, provocando situaciones de riesgo para el tráfico rodado.

Según el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana, se registraron dos accidentes de tráfico por alcances debido a retención por lluvias en la A-3 en Cheste y la Ronda Norte de Valencia.

A última hora de la tarde de ayer, una nueva línea de tormenta, probablemente acompañada de granizo en algunos puntos, barría el interior de Valencia desde el límite con Castilla-La Mancha en las proximidades de Almansa hasta el Rincón de Ademuz pasando por Requena.

En Valencia se produjeron chubascos tormentosos muy violentos que sumaron 31 litros por metro cuadrado, 27,6 en menos de media hora, acompañados de rachas de viento de hasta 60 km/hora, según fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología. A destacar las trombas marinas que se formaron por la mañana frente al Saler.

En Alaquàs, el viento asociado a la tormenta derribó un árbol en la avenida Miguel Hernández, junto al colegio Madre Josefa Campos.

Por otra parte, técnicos de Agroseguro visitaban ayer los viñedos situados al sur del municipio de Requena, en el límite con Cofrentes y Cortes de Pallás, donde el pedrisco llegó a cubrir con una capa de hasta cinco centímetros los campos que rodean la pedanía de Castilblanques.

La tormenta, que dejó cerca de de 460 rayos en la zona, provocó arrastres que afectaron a la N-330 y se temen importantes daños en caminos agrícolas y bancales.

La intensa tormenta de agua y granizo que descargó ayer por la tarde en Madrid obligó a desviar todos los vuelos con destino a Barajas. Un avión de Lufthansa procedente de Fráncfort fue desviado a Valencia después de dos aproximaciones frustradas. Hacia las 18 despegaba desde Manises rumbo a Barajas.