Los médicos de familia exigen de forma urgente a los ayuntamientos valencianos que «mantengan abiertos los comedores escolares todo el año y que estén financiados totalmente para las familias sin recursos». Además, solicitan que anulen la norma que dice que si una familia debe algún pago al consistorio, pierde el derecho a la beca a pesar de tener pocos recursos. El Grupo de Trabajo de Tercer y Cuarto mundo de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Svmfic), ha advertido de los problemas que la crisis económica está provocando en la alimentación infantil.

La asociación afirma que tal como han denunciado a lo largo del curso algunos profesores de diversos centros, cientos de niños valencianos no se acogen a la beca porque no pueden pagar el porcentaje diferencial. «Hace tiempo que docentes de diversos centros señalan que algunos alumnos van al colegio sin almuerzo y que la comida del mediodía es la única completa que pueden hacer», explican a través de un comunicado.

La Svmfic aporta a los responsables del gobierno local información de la situación para que se den cuenta de la importancia de la misma. Defienden que a partir de 2008, los estudios elaborados en ámbitos de Salud Pública o de Atención Primaria en España explican que «la calidad y esperanza de vida de la población dependen en gran parte de los determinantes sociales como clase social, alimentación y nivel económico entre otros». Estos estudios añaden que el ADN se va transformando a lo largo de la vida y que esos determinantes sociales pueden afectarle negativamente provocando «pérdida de esperanza de vida». «Si no hay una correcta nutrición, no hay un buen desarrollo físico e intelectual del niño», apostillan.

Respuesta del gobierno

El comunicado de la Svmfic llega tras el arranque, el pasado 1 de julio, de algunos de los comedores escolares de verano para los niños (de 3 a 16 años) que se encuentran en riesgo de exclusión. Según los últimos datos del INE suponen el 25,7 % de los menores de la Comunitat Valenciana. En total son solo 79 los ayuntamientos que han solicitado las becas que ofrecen la Conselleria de Bienestar Social y el Ministerio de Sanidad de los más de 500 consistorios valencianos.

A pesar de estas ayudas y de algunas iniciativas de ayuntamientos y de ONG, tal como ya publicó recientemente Levante-EMV los comedores de verano solo llegarán a 8.000 de los 184.000 niños que están en riesgo de pobreza.

Tal como explica la Svmfic, al ser médicos de familias se veían en la «obligación» de ser la voz de los que atienden en las consultas, concretamente de los que están en situación de pobreza ya que «no tienen voz y cuidar a las familias es nuestra razón de ser». «Los ayuntamientos deben garantizar la protección de la salud de todos los ciudadanos», concluyen.