El juicio arrancó con tensión en el interior de la sala. Los acusados increparon a los fotógrafos y a los cámaras de televisión en cuanto dejaron de grabar. Los procesados llamaron a los profesionales de los medios de comunicación «hijos de perra». Después, continuaron diciendo: «No me grabes. No me saques. Vergüenza». Varios conocidos de los imputados, todos ellos vestidos con estética «skin», acudieron a la sala de vistas y fueron identificados en la salida por agentes de la Policía Nacional. Entre el público también estaba el líder de España 2000 José Luis Roberto. El presidente de la sala ordenó que se instalaran dos ventiladores porque algunos imputados tenían calor. Uno de los procesados, que sufre problemas físicos, salió dos veces de la sala por los problemas con el calor. La temperatura rondaba los 23 grados. Además, una acusada se presentó en el juicio con su hijo pequeño y estuvo al lado de ella en todo momento, en una imagen absolutamente inusual en un juicio y que toleró el tribunal. r. f. valencia