Uno de los 18 acusados de pertenecer a la organización neonazi Frente Antisistema (FAS) ha afirmado este martes, en el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia de Valencia, que no ha estado afiliado a este grupo y, de hecho, ha agregado que está en una ONG "en la que se atiende a todos tipo de personas".

Así se ha pronunciado este procesado, a preguntas de su letrado, en el segundo día de juicio por la conocida como Operación Panzer, después de que ayer se dedicara la jornada a tratar diferentes cuestiones previas planteadas por las partes. Una de ellas, la relativa a la entrada y registros en viviendas, obligó al tribunal a suspender la vista hasta hoy para deliberar sobre si debían declararse nulas estas actuaciones.

Al comienzo de la sesión de hoy, el presidente del tribunal ha indicado al respecto, en base a diferentes jurisprudencia, que la presencia de letrados es obligatoria siempre que se tome declaración o para las ruedas de reconocimiento, pero no para efectuar registros domiciliarios, como es el caso. Así, ha dado validez a estos registros.

El juicio --que cuenta entre los acusados con dos militares, un concejal de la población valenciana de Silla por España 2000 y el asesino confeso del joven de Burjassot Guillem Agulló en abril de 1993-- ha comenzado con una hora de retraso porque al inicio faltaba uno de los acusados --supuestamente uno de los integrantes de la Junta de Mandos de la organización-- que está en silla de ruedas y suele portar mascarilla. Su abogado ha indicado al tribunal que el día anterior había ido al médico de la Agencia Valenciana de Salud (AVS) y que éste le había mandado reposo para toda la jornada, por lo que se había quedado en su vivienda.

Frente a ello, el presidente del tribunal le ha indicado que el acusado debía estar en la vista porque, de lo contrario, no se iba a poder celebrar el juicio, y ha señalado que el reposo lo podía guardar en la Sala. Así, le ha pedido que le llamara para que acudiese y, si no lo hacía, ha avisado de que le pediría a la Policía que fuera a recogerlo. Transcurridos unos 45 minutos se ha personado en el juzgado de forma voluntaria.

Seguidamente, ha comenzado la sesión con la declaración de los acusados --en la causa figuran un total de 18 procesados, pero de ellos, tan solo se sientan 15 en el banquillo puesto que uno de ellos está interno en un centro; otro de ellos está en busca y captura; y el tercero se ha declarado en rebeldía--.

La mayoría de los procesados se ha acogido a su derecho a no declarar a excepción de cuatro, quienes sí han querido responder a las preguntas formuladas por sus abogados. Estas cuatro personas han negado haber pertenecido o haber estado afiliado al grupo FAS, así como haber pagado algún tipo de cuota.

Así mismo, uno de ellos ha indicado al tribunal que pertenecía a una ONG que ayudaba "a todo tipo de personas". Por su parte, otro procesado ha señalado: "Juro por mi mujer y mi hijo que no he pertenecido a ninguna organización de FAS ni vendido nada". Así mismo, ha aseverado que "jamás" en su "vida" ha hecho contribuciones a esta organización, y ha agregado: "Si alguna vez he ganado dinero ha sido para mí y mi familia".

"Por favor, cállate"

Preguntado por si conoce al resto de acusados, ha señalado que a algunos sí porque lleva 20 años "escalando" y le conocen de las montañas que escala. Cuando el acusado estaba dando esta respuesta, el abogado de la acusación popular ha ido a protestar, y el acusado le ha dicho: "por favor, cállate", a lo que el presidente del tribunal le ha llamado la atención y le ha indicado que es él quien dice cuándo alguien se tiene que callar. Ante ello ha contestado que estaba "muy nervioso".

Este procesado ha aprovechado también la vista para denunciar que durante los registros que efectuaron a su vivienda y a su empresa --dedicada a la rotulación de vehículos policiales, a vallas publicitarias o a la fabricación de lonas-- se llevaron tres armas suyas, sobre las que tenía licencia, y "han desaparecido": "No aparecen y no sé lo que va a pasar con ellas", ha apostillado. Además, se ha quejado de que desde que se destapó este caso les tratan "como a animales" y que lleva nueve años "esperando esto". "He perdido mis casas, lo he perdido todo", ha subrayado.

Por su parte, su mujer, también procesada en esta causa, ha querido declarar a preguntas de su abogado y ha señalado que no ha estado afiliada a FAS, que no ha aportado nada ni vendido productos de esta organización, y ha lamentado que a raíz de los registros la empresa se "hundió" y tuvieron que vender la casa.

El cuarto procesado que ha querido hacer uso de su palabra en el juicio ha defendido que tampoco había pertenecido a ninguna organización FAS ni llevado ninguna actividad en la misma. También ha hablado un quinto acusado pero solo para decir que no se ratificaba en lo que había declarado ante la Policía y ante el juez de instrucción.

Tras los procesados ha llegado el turno de las testificales, que se han iniciado con las declaraciones de agentes de la Guardia Civil que participaron en la instrucción. Uno de ellos, secretario de las diligencias al mes de haberse judicializado el procedimiento y colaborador con el instructor, ha señalado que a lo largo de la investigación se vieron "una serie de actividades ilícitas" que les obligaron a "esclarecer los hechos".

Por ello, solicitaron las intervenciones telefónicas que luego se fueron prorrogando. Con ellas descubrieron, por ejemplo, según ha explicado, que los acusados iban a hacer una "cacería" en Villena, con lo que se mandó a un equipo para evitarla. Sin embargo, finalmente desistieron porque al llegar no había nadie, tal y como describieron en alguna conversación. Así, hicieron una "pintada", ha explicado el agente.

El guardia civil ha recordado también algunas de las armas que se incautaron, y ha dicho que alguna de ellas pertenecía a un robo que se perpetró en el año 2003. También localizaron, según ha recordado, propaganda antisemita y cree que también de admiración a Adolf Hitler. Además ha hecho referencia a unos libros que se distribuían a través de una de las webs de los acusados y que sirvieron a otro tribunal para condenar a otras personas.