Un debate de guante blanco, aunque no exento de críticas al urbanismo desenfrenado y los casos de corrupción que ha generado, de158 minutos dio ayer vía libre en las Corts a la nueva ley de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje (Lotup). La norma salió adelante con los 47 votos del PP, 32 abstenciones del PSPV y diez votos en contra de Compromís y EU. Todos los grupos parlamentarios destacaron el esfuerzo de consenso desplegado por las cuatro formaciones, aunque el PP finalmente sólo aceptó el 20% de las alegaciones presentadas por la oposición. Por ello, durante la votación del articulado, sí que hubo unanimidad en algunos puntos concretos, aunque gran parte del articulado cosechó la abstención o los votos en contra de la oposición.

El PP se muestra satisfecho con la nueva Lotup y, de hecho, presume del «aval» a la nueva normativa de la Comisión Europea. «Hoy es un día histórico en el que se ha aprobado la ley que diseña un nuevo modelo urbanístico para nuestro territorio», destacó la consellera de Territorio, Isabel Bonig, cuyo equipo es el artífice del nuevo texto legal.

El PSPV justificó la «abstención alta» de su formación a la nueva ley porque el grupo socialista decidió adoptar «una posición responsable de un partido con vocación de gobierno». «No es el texto que habríamos elaborado, pero las enmiendas que nos han aceptado lo mejoran sustancialmente, así que cuando gobernemos en 2015 lo redondearemos», aseguró Francesc Signes, quien afeó al PP que suprima la reserva de suelo de VPO hasta 2017, o el régimen de dotaciones privadas «que parece un traje a la medida de alguien», aunque optaron por la abstención para que la nueva ley clarifique «la situación de paralisis, de innacesibilidad de la gente a una vivienda o los casos de corrupción, tras 20 años de urbanismo del PP».

Juan Ponce (Compromís) atacó la filosofía de la Lotup. «El concepto de desarrollo territorial y urbanístico sostenible debe ser desarrollar suelo donde haga falta y no donde al urbanizador le venga bien». Ponce lamentó que el PP «haya perdido una oportunidad para solucionar las erráticas» políticas urbanísticas de los últimos años con una ley «que no ordena el territorio, y que hipoteca a las futuras generaciones».

Lluís Torró (EU) criticó que la Lotup incluye «demasiados agujeros por donde puede sacar la cabeza el urbanismo insostenible», como las actuaciones territoriales estratégicas (ATE), muy criticadas también por Compromís, que son para EU «un puerto de descarga masiva de actuaciones especulativas y pelotazos», cuyo modelo es «facilitar el negocio a costa de lo que haga falta sacrificar».