Los empresarios valencianos, que, a través de su presidente José Vicente González (Cierval), acusan al Estado y al Gobierno de Rajoy de comportarse con la Comunitat Valenciana como una «madrastra pérfida» en financiación e inversiones, descubrieron ayer las posibilidades de la presidenta andaluza, Susana Díaz, como hada madrina. Como influyente catalizador de las reivindicaciones valencianas en un frente común con Andalucía, comunidad que también sufre una discriminación en la aportación de recursos del Estado, como ayer se encargó de significar y argumentar con cifras la presidenta de la Junta. «Un andaluz recibe 340 euros menos que la media, y un valenciano, 350», denunció Susana Díaz.

Durante una comida organizada por el PSPV, el propio González y el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, lamentaron la discriminación que sufre Valencia y mostraron, ante el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y su invitada el «enfado y profundo malestar» empresarial con el ministro Cristóbal Montoro por no haberse prestado siquiera a llamarles para escuchar sus reivindicaciones, según explicaron fuentes presentes en el encuentro celebrado 48 horas después de que el presidente de Cierval abogó por exigir una refinanciación de deuda de la Generalitat, además de condonar la parte generada por la infrafinanciación.

Susana Díaz visitó ayer Valencia, invitada por Puig. En una comparecencia de más de una hora ante los medios, ambos escenificaron su total sintonía dentro y fuera del partido, sobre todo en el «tema central» de su encuentro, que no fue otro que reforzar el eje contra un «modelo de financiación agotado e injusto, en especial con la Comunitat Valenciana y Andalucía» señaló Puig y la apuesta por un nuevo modelo «transparente y que garantice a todos los ciudadanos el acceso a servicios públicos».

La presidenta andaluza denunció que el actual modelo «amplía las desigualdades» y reivindicó uno que garantice una «financiación correcta» que es «clave», dijo, para «mantener el Estado del Bienestar y las políticas de igualdad de oportunidades» que se impulsan en las comunidades. Ambos dirigentes exigieron a Rajoy una conferencia de presidentes para abordar la reforma del sistema. La dirigente del PSOE andaluz recordó que el presidente del Gobierno se ha reunido una sola vez con todos los mandatarios autonómicos «y media docena con los del PP». El líder del PSPV subrayó la importancia de que esa «alianza estratégica» con el socialismo andaluz tenga una complicidad empresarial, que encontró luego. Que haya «una mirada mediterránea compartida también en el empresariado», fue el deseo formulado.

«Facturas en los cajones, todos»

González y Boluda se pronunciaron en términos menos líricos sobre la falta de inversiones del Gobierno en infraestructuras y por no escucharles. Preguntado por la investigación de Bruselas sobre la posible manipulación de los datos del déficit por la Generalitat, Boluda sentenció: «Facturas en los cajones se ha guardado en este país todo el mundo durante muchos años que ha durado la crisis; no solo la Generalitat».

La andaluza se comprometió con los empresarios a organizar una cumbre económica bilateral para abordar intereses y problemas compartidos, incluidas la falta de recursos estatales. Díaz y Puig recibieron a representantes de 52 entidades andaluzas y, por la noche, participaron en una multitudinaria cena festiva con militantes y representantes de estas asociaciones. En la C. Valenciana residen 200.000 ciudadanos de origen andaluz.