La Comunitat Valenciana sigue siendo objeto de estadísticas que dibujan un panorama desolador como consecuencia de la interminable crisis económica, con especial gravedad en aquellos indicadores relativos a la pobreza. Pese a los indicios de recuperación que exhiben los gobiernos, las colas ante el Banco de Alimentos o los comedores sociales reflejan que cada día más familias se asoman a la marginalidad.
La última cifra que revela que la crisis sigue aquí dice que el 31,7% de la población valenciana se encuentra en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, según el indicador Arope, elaborado con criterios dictados por la UE.
El porcentaje, de 2013 es el más alto desde que la crisis comenzó a afectar a las familias (2009), concretamente, 5,2 puntos más. Además, de él también se desprende que los años de crisis están atacando a los valencianos en términos de desigualdad, incrementando la brecha con la media española. En 2009, la C. Valenciana «sólo» se encontraba 1,8 puntos por encima de la media según esta tasa; hoy está a casi 4,5. La C. Valenciana es la sexta, por detrás de Andalucía, Castilla-la Mancha, Extremadura, Canarias y Murcia.
Así se desprende de una respuesta del Gobierno a preguntas de diputados del PSPV en el Congreso y a la que ha tenido acceso Levante-EMV. El INE ofrece únicamente la estadística estatal de este indicador, con lo que los diputados Ximo Puig y Herick Campos reclamaron el desglose autonómico.
El indicador europeo AROPE («At Risk Of Poverty or social Exclusion») forma parte de la estrategia Europa 2020 de la UE según unos criterios definidos por el Eurostat, la oficina estadística de Bruselas: personas en riesgo de pobreza, carencia material severa y hogares sin empleo.
De ese cóctel de penalidades surge un porcentaje que, si se le pone rostro, supone que 1.561.400 personas se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Tantas como habitantes tiene la ciudad de Valencia y su área metropolitana. De ellos, 328.400 son personas menores de 18 años.
La tasa recoge a aquella población que se sitúa por debajo del 60% de la media de los ingresos; las que se encuentran en situación de carencia material (en aspectos referidos a la alimentación, condiciones de su hogar, bienes de consumo, etc.), y los hogares sin empleo o con baja intensidad laboral.
Se trata de las cifras más abultadas de las conocidas hasta la fecha, ya sea por entidades privadas o instituciones. El IVIE alertaba hace unos meses de que el 28% de la población se encontraba en riesgo de exclusión y hablaba de medio millón de pobres; el INE sitúa la tasa de riesgo de pobreza en el 23,6%; y organizaciones como Cáritas enciende las alertas al situar en estado de «pobreza severa» en 218.000 hogares valencianos, un 11,5% del total.
El millón y medio de valencianos en que el Gobierno, siguiendo parámetros europeos, cifra la bolsa de personas en riesgo de pobreza y exclusión, no tiene paragón. En cuanto a su evolución, los datos facilitados por el Gobierno reflejan una caída en 2011 (del 29,6% al 27,9%) , aunque vuelve a aumentar en 2012 y 2013.
