El «portazo» del Gobierno a un cambio en el modelo de financiación en esta legislatura ha llevado al Consell a explorar otras vías para obtener liquidez sin que al Ejecutivo de Rajoy le supongan recursos adicionales. Una de las opciones es la petición al Gobierno para que retoque mínimamente el modelo, de forma que los fondos de convergencia que se perciben dos años después, junto con la liquidación, se abonen durante el ejercicio correspondiente. Para el Consell le significaría mil millones más en 2015, justo el año electoral, y además le permitiría sacar la cara como medida provisional en tanto se modifica en profundidad el sistema de financiación (caducado en 2013) y como alternativa al fondo de nivelación precisamente de mil millones que exige a Madrid para que las transferencias estatales le garanticen al menos el coste de los servicios básicos. La semana pasada, al conocerse la liquidación de 2012, el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, puso el grito en el cielo al constatar, un año más, cómo «un dinero que debió recibirse en 2012 se recibe ahora, dos años después, sin intereses de demora» por parte del Estado.
El sistema de financiación funciona así: El Gobierno hace una previsión y transfiere mensualmente a las autonomías unas «entregas a cuenta» de la liquidación, que se realiza dos años después. Con ella se abonan el Fondo de Competitividad y el de Cooperación. Al Consell le correspondían de 2012 996 millones entre ambos. Es la que más obtiene, como consecuencia justamente de la infrafinanciación. Como el dinero se lo dan dos años después, sin intereses, representa una doble penalización. Lo que pide el Consell es que esos fondos, que considera suyos, se anticipen también en las entregas a cuenta del año. No supondría más financiación pero le daría a corto plazo un extra de liquidez y una salida política. Así, en 2015 cobraría la liquidación de 2013 y el anticipo de los fondos a liquidar en 2017. En 2016 pasaría lo mismo. En 2017 ya solo habría un pago pero para entonces ya debería estar resuelta la financiación.
En la última liquidación, los fondos sumaron 3.926 millones. Tras la C. Valenciana, los que más percibieron son Cataluña (612 millones), Andalucía (502) y Baleares (489). En esa demanda, que exigiría un mínimo cambio legal, el Consell no estará solo: Cataluña lo está pidiendo también y Madrid ha hecho una petición similar. La propuesta estará sobre la mesa en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del día 31. Cuestión aparte es si esta posible medida les saldrá gratis a comunidades que, como la valenciana, deben someter al CPFF un nuevo Plan de Ajuste al incumplir el déficit de 2013. El Gobierno podría reclamar a cambio sacrificios.
PSPV: «El Consell calló con Rajoy»
En la petición de estos fondos se da una paradoja. Con Zapatero el Consell hizo bandera de la reivindicación para que se le anticipara el de Competitividad. Incluso llegó a presupuestarlo como ingreso. Sin embargo, al llegar Rajoy a la Moncloa enterró la exigencia, despachándola, según una respuesta del exconseller José Manuel Vela, con el argumento de que «de acuerdo con la legalidad vigente, no es posible tramitar entregas a cuenta con cargo al fondo de competitividad». Ahora, la rescataría de nuevo.
Ayer, el portavoz socialista de Economía, Julián López, reprochó a Moragues la «incoherencia» de quejarse de lo que el propio PP en el Consell «calló» al gobernar Rajoy. «Si el fondo no se anticipa es porque Rajoy no quiere: ha tenido dos años y medio para cambiar la ley y no lo ha hecho y el Consell, desde que gobierna Rajoy, no lo ha exigido».
Entre tanto, el Ejecutivo de Fabra no dobla la mano en el pulso con Madrid. Ayer, después de que la secretaria de Estado Marta Fernández Currás sentenciara el día anterior que el modelo no se cambiará como piden comunidades «beligerantes» como la valenciana, porque «no hay dinero», Moragues aseveró: «Si reclamar y reivindicar es ser beligerante, vamos a serlo».
Una «corrección» del modelo
Tras señalar que han demostrado «científicamente» la infrafinanciación, apremió al Gobierno, si no quiere cambiar el modelo, a «corregirlo». De hecho, indicó que el ministerio está «estudiando» propuestas del Consell al respecto. La portavoz del Consell, Mª José Catalá, insistió en que «si pedir lo justo es ser beligerante, tendremos que serlo», y avisó: «Primero están los valencianos y luego, las siglas».
