La externalización de la gestión de la Ciudad de las Artes de y las Ciencias (Cacsa) de Valencia se limitará finalmente al Oceanogràfic y al Ágora, mientras que el Hemisfèric, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe y las zonas comunes del complejo seguirán en manos de la empresa pública.

Así lo ha dado a conocer este viernes el conseller de Economía, Máximo Buch, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, en el que ha informado que los pliegos de condiciones para esa externalización están ya preparados, y en breve se publicarán.

El conseller ha explicado que han encontrado "muchas dificultades" de tipo legal por la titularidad del suelo para que toda la gestión la pudiera llevar un gestor privado, como se pensó al principio, y ha defendido que el modelo por el que se ha optado combina "lo mejor" de lo público con un gestor privado que aportará ideas y "savia nueva".

De esta forma, se cederá a un adjudicatario, por un plazo de quince años prorrogable otros cinco, la gestión y explotación tanto del Oceanogràfic -que ya estaba externalizada- como del Ágora, en los que se encargará de la venta de entradas, la gestión de contenidos, el aparcamiento, actos y cesión de derechos de imagen.

Adicionalmente, al adjudicatario se le asignarán actividades secundarias, como la restauración y cátering y la venta de objetos de recuerdo, de las que se encargará también en todos los edificios del complejo, para aumentar la "eficiencia" y para que "no compitan entre sí".

Además, ha explicado Buch, como novedad ese gestor tendrá que hacer campaña de publicidad del conjunto de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, colaborar en la comercialización de la venta de entradas conjuntas del complejo -a cambio de una comisión- y aportar ideas y contenidos para el Hemisfèric y el museo.

En el Hemisfèric, el Museo de las Ciencias y las zonas comunes, el gestor seguirá siendo como hasta ahora la empresa pública CACSA, con el mismo equipo humano, que además supervisará los dos edificios cuya gestión se externaliza y decidirá sobre las ideas que les propongan para contenidos.

Buch ha admitido que en el Ágora queda por colocar el remate de la parte superior, pero ha dicho que puede funcionar "perfectamente en su estado actual", porque el visitante no percibe "que falte nada" y el edificio "parece acabado", y ha indicado que cuando haya presupuesto y "vuelvan mejores tiempos" CACSA la finalizará.

El conseller ha calificado de "hito histórico" esta iniciativa en el "principal icono de atracción turística" de Valencia, con una gestión en la que colaboran una entidad pública y una privada, a la que se le dan incentivos para que la colaboración sea "en bien del conjunto" y no solo del propio negocio.

Sobre los problemas con la titularidad del suelo, ha precisado que hay suelo en la que el titular es CACSA y otro propiedad de la Conselleria, en el cual había "dificultades muy altas" para poder ceder la gestión, porque los bienes públicos tienen que estar gestionados por personal público.

No obstante, el conseller ha reivindicado que se ha optado por la solución que en la práctica es la "mejor" y que en términos "operativos es buena, porque combina lo mejor y de lo público y lo mejor de lo privado".

Según ha explicado, más que ahorro lo que se va a conseguir con esta licitación es "ganar más dinero", lo que se basa en que vengan más visitantes, para lo cual hace falta una política de promoción "más eficiente", y por eso se pide al gestor una campaña de publicidad y un "esfuerzo" para vender entradas.