El cierre de los centros de salud a partir de las tres de la tarde desde el 1 de julio y la supresión de 214 camas en las plantas de hospitalización del hospital La Fe provocan casi a diario una situación de colapso en el servicio de urgencias del centro hospitalario más puntero de la sanidad valenciana, donde los pacientes tienen que esperar 24 horas en salas adjuntas hasta que son derivados a una planta de hospitalización.

La saturación en urgencias de La Fe se ha convertido ya en un hecho cotidiano en los últimos días, según ha dado a conocer la Federación de Sanidad de CC OO que ha señalado que se están registrando «picos» de más de 50 pacientes que tienen que permanecer ingresados en esas dependencias al no haber plazas disponibles.

El nuevo espacio que se ha habilitado en el área de observación para atender este verano los tratamientos urgentes y cortos se ha convertido ya en una improvisada zona de ingreso hospitalario.

CC OO informó que a las 8 de la mañana de ayer todo los boxes de observación estaban llenos de pacientes en camillas. «Esto apunta el sindicato bloquea el servicio de urgencias, porque un paciente que ocupa una camilla de urgencias impide la atención de otro enfermo, porque el lugar físico está lleno».

Paradójicamente y mientras los boxes están sobresaturados de pacientes que carecen de intimidad y privacidad, «el hospital se permite el lujo de mantener habitaciones individuales vacías», según indica CC OO que señala que en estas condiciones es «materialmente imposible» mantener la calidad asistencial, pues aumenta la presión asistencial y la plantilla disminuye.

Menos servicios por recortes

También el Sindicato de Enfermería Satse ha denunciado el cierre de camas en casi todos los hospitales de la C. Valenciana que, aunque «teóricamente» se producen porque hay una disminución de la actividad asistencial, también se utilizan para recortar, según apunta la organización sindical que señala que el resultado es que haya más servicios cerrados para los usuarios y un menor número de enfermeras y profesionales sanitarios para atenderles.

El hospital Clínico de Valencia, por ejemplo ha cerrado ya en julio 23 camas de Neumología, 33 de Cirugía Cardíaca, 22 de Ginecología, 17 de la Unidad de Corta Estancia y 21 de pediatría mientras que en agosto la Unidad de Toxicomanías estará cerrada al completo, casi como Traumatología que clausurará en agosto 28 camas y Reanimación, otras 4.

En el hospital de crónicos Doctor Moliner, se suprimirán 40 camas mientras que en el Arnau se cierran 43 de cirugía general. En el hospital Peset se suprimen 134 de Medicina Interna, Neuro-digestivo, cirugía y trauma; en el hospital Lluis Alcanys de Xàtiva se cierran 28 camas quirúrgicas mientras en el hospital de Manises se clausurarán 93 plazas en agosto.