El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, es el vicepresidente del Congreso del PSOE que ha arrancado hoy en Madrid y en el que se ha ratificado a Pedro Sánchez como nuevo secretario general socialista tras vencer en las primarias abiertas de hace dos semanas. Todo un gesto de Ferraz para dar visibilidad a uno de los barones regionales en cuyo territorio los socialistas se juegan buena parte de su futuro electoral. No en balde, Puig compartirá foto con la secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta, Susana Díaz, quien presidirá el cónclave. Puig es un decidido partidario de Díaz, la mujer que mayor poder atesora ahora mismo entre los socialistas.

Además, el líder del PSPV formará parte de la nueva ejecutiva de Sánchez con una secretaría, aunque anoche se estaba negociando todavía la denominación y el área concreta. A última hora se barajaba la de «Regeneración Institucional», una responsabilidad con la que participará en el diseño federal por el que apuesta Sánchez para España, al darle voz en cuestiones como el futuro de las diputaciones o el modelo del Senado. Además, le dará protagonismo en todas las cuestiones que se refieren a la lucha contra la corrupción y la recuperación de la confianza de los ciudadanos en las instituciones, como contrapunto a la proliferación de casos de corrupción en la C. Valenciana presentes a diario en los juzgados tras veinte años de gobiernos del PP. En ese cometido tendrá que coordinarse con el equipo de Díaz, para el que se ha reservado la secretaría de autonomías. Díaz presidirá el Consejo de Política Federal, el órgano que reunirá a todos los barones regionales. De este modo, a la líder andaluza se le otorga todo el poder en las relaciones con las autonomías y los ayuntamientos, incluida la decisión sobre cuestiones como la consulta catalana. Con la secretaría, Puig pasará a formar parte de la reuniones de Ferraz de los lunes para fijar estrategia y estará en el núcleo reducido donde se toman las decisiones.

Además de Puig entrará en la ejecutiva con secretaría, si no hay cambios de última hora, la diputada nacional Carmen Montón, concretamente en el área de Igualdad. De este modo, el PSPV pasarán de tener una secretaría ejecutiva con Rubalcaba (la que ocupaba Inmaculada Rodríguez-Piñero, de Economía y Empleo) a dos. Para Montón es un ascenso, ya que hasta ahora era vocal sin responsabilidad (al igual que Alejandro Soler y Maite Noguera). En la nueva dirección reducida que planea Sánchez ya no cabrían tantas vocalías sin poderes.

Anoche, en medios socialistas se barajaba además que Leire Pajín, en reconocimiento a su condición de exsecretaria de Organización del PSOE, entre a formar parte de algún órgano de dirección. La exministra de Sanidad podría formar parte del Comité Federal.