El complejo administrativo 9 d'Octubre se asienta sobre 48.270 metros en los que se centralizan los servicios de varias consellerias y dependencias de la Generalitat. La antigua Cárcel Modelo de Valencia va a convertirse en un infierno para los ácaros. El Gobierno de Alberto Fabra ha firmado una declaración de guerra contra esos arácnidos que viven entre el polvo. No de otra forma puede calificarse el pliego de prescripciones técnicas para la adjudicación del contrato de limpieza de ese centro de oficinas de la Generalitat con cuatro torres que se licitó hace tres semanas por un precio de 6.923.587 euros IVA incluido. Es la cuantía global por los 36 meses que se conceden de una sola vez y no bajo la fórmula de un año prorrogable.

Las condiciones de prestación del servicio que se piden a las empresas o UTE que opten a esa contrata son de lo más exigentes, pero sólo durante el primer año de vigencia de la adjudicación. Pasadas las elecciones el programa de actividades de la limpieza a prueba del algodón se relaja. En una docena de trabajos la frecuencia en la prestación del servicio se amplía en el segundo y tercer año respecto al primero. Hay una excepción muy elocuente. Los «despachos ocupados por los consellers» seguirán teniendo una «limpieza diaria», recoge el anexo de prescripciones técnicas. Por contra, el «pasado de la mopa a todo el pavimento excepto almacenes, archivos y cuartos de máquinas» se realizará tres veces por semana en vez de cada 24 horas. Lo mismo que la «limpieza de mesas y mostradores» de las áreas en las que trabajan los funcionarios o el resto de cargos públicos. Así consta en el documento de la licitación en el que se da cuenta de los requisitos que debe cumplir quien aspire a quedarse con ese suculento contrato. No es que se limpie con más celo el despacho del jefe, algo natural y lógico, por parte de la contrata deseosa de satisfacer al que toma las decisiones. Es que el trato preferente se estipula como obligación y por escrito. En esa complejo administrativo tienen despacho tres consellers.

La titular de infraestructuras, Isabel Bonig, el de Gobernación, Luis Santamaría y el de Economía, Máximo Buch. Además de mantener en perfecto estado de revista los despachos de los máximos responsables de las consellerias, otras obligaciones en las que no se ha aplicado manga ancha a partir del segundo año superado el horizonte electoral son la «desinfección y limpieza completa de los cuartos de baño». Deberá realizarse dos veces al día en el 55% de los casos, aquellos lavabos de zonas más pobladas. La «reposición de toallas y papel higiénico» también tiene suficiente trascendencia como para abordarse cada jornada. Lo mismo que barrer y fregar la entrada de cada edificio o una «limpieza completa de los ascensores» a fin de cuidar las apariencias, como hacen los alcaldes con los sitios más frecuentados por los turistas.

El «fregado de escaleras, rellanos y patios interiores», o la «limpieza de polvo en rodapiés y pasamanos, llaves, puntos de luz o extintores» dejará a partir del segundo año de ser quincenal para convertirse en una práctica mensual, al igual que mantener transparentes los cristales de las zonas perimetrales. La limpieza a fondo, la más temida por ratas y cucarachas, se acometerá una vez cada dos meses. Entonces se desencadenará la operación triple D: desinfección, desinsectación y desratización. Los roedores son los más interesados en que pasen las elecciones. Desde el segundo año, la frecuencia de estas medidas higiénicas será trimestral.

Reposición de papel higiénico

En esa misma línea de relajar los trabajos, los cristales exteriores serán abordados una vez al semestre y no cada tres meses como en el primer año. Y las persianas o los grandes ventanales, esos que exigen que los operarios se descuelguen desde la azotea para acometer la limpieza de cristales, se hará una vez al año.

El pasado mes de abril, la Conselleria de Presidencia licitó por 1,1 millones el contrato para la limpieza de los edificios históricos: el Palau de la Generalitat, el Palau de Fonthermosa, el Palau de Valeriola (sede la Vicepresidencia), un edificio de la Plaza de Manises y la sede de la Abogacía General de la Generalitat, situada en la Ciudad de la Justicia