La cadena ultraconservadora Intereconomía murió por inanición económica, pero la culpa de la falta de recursos no cabe imputarla a Canal 9. La cadena pública valenciana mimó a la televisión del exdiputado del Partido Popular Julio Ariza. RTVV incluyó en el plan de pago a proveedores 27 facturas que ascendían a un total de 254.729 euros. En su mayoría por importe de 9.280 euros y en dos casos se elevaban a 37.120.
Fuentes de Canal 9 indicaron ayer a este periódico que esas cantidades se adeudaban por la contratación del microespacio de análisis bursátil que emitía diariamente la radiotelevisión valenciana a través de su segundo canal, Nou 2. Se trata de un programa de unos cinco minutos de duración en el que se ofrecía información sobre la evolución del mercado continuo y del selectivo Ibex 35. En esa cantidad no se incluyó obviamente ningún concepto relacionado con los tres polémicos y caros reportajes políticos que se contrataron con la productora Triskel Audiovisual en tiempos de José López Jaraba c0mo director general.
Triskel estaba vinculada al exdirectivo de Intereconomía Fernando Lázaro Quintela, quien recaló en Canal 9 como director de antena. La última directora general de RTVV, Rosa Vidal, decidió excluir esos programas de la lista de facturas que serían abonadas con cargo al rescate.
Los reportajes sobre los GAL, el juez Garzón y Alfredo Pérez Rubalcaba fueron adquiridos por Canal 9 por 532.000 euros más IVA. Unas cincuenta veces por encima del precio de mercado. Tras saltar el escándalo, denunciado por el propio Síndic de Comptes, la productora recompró los derechos por 254.000 euros para que la cantidad que debía Canal 9 quedará fijada en 276.000. A 92.000 por reportaje. Cantidad que seguía siendo excesiva paraVidal, quien ordenó no pagar tras denunciar el contrato.
