La reparación del viaducto de la A-3 a su paso por el pantano de Contreras continúa en marcha un año y medio después de que se cortara por primera vez la circulación, el 8 de febrero de 2013, debido al deterioro de la estructura. Y continuará durante los próximos meses, como mínimo hasta diciembre, ya que durante la reparación de la pieza dañada del puente, los técnicos detectaron la necesidad de repasar todas las soldaduras de la celosía (la estructura metálica que soporta los dos tableros del viaducto), según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los trabajos de reparación.
Para ejecutar estos trabajos de soldadura, se ha comenzado a instalar esta semana un andamio «colgante» que permita recorrer el viaducto y repasar una a una todas las juntas de la celosía. Los técnicos han optado por esta estructura colgante, porque resulta más accesible y menos complicada de instalar ya que se trabaja a cuatro metros por debajo de las calzadas de la autovía y a una altura de 35 metros sobre el agua de la presa.
Las tareas de soldadura se iniciarán cuando finalice la instalación del andamio «colgante» y se prolongarán, como mínimo, hasta el próximo mes de diciembre, ya que por ahora sólo se realizan en el tablero del viaducto en sentido descendente, de Madrid a Valencia, que es el que sufrió más daños y permaneció cerrado al tráfico durante once meses, desde febrero hasta diciembre de 2013.
Fomento asume la factura
Todo este trabajo extra para reforzar el esqueleto metálico del viaducto no está incluido en la factura de la reparación de esta estructura singular de la A-3 que, a finales de 2013, ya ascendía a unos seis millones de euros, según confirman a Levante-EMV fuentes conocedoras de los trabajos. Una cifra que podría aumentar considerablemente ya que en la estructura del viaducto en sentido Valencia-Madrid aún no se ha intervenido.
El pago de estas obras imprevistas en el viaducto las asume el Ministerio de Fomento, ya que el plazo de garantía de este tipo de infraestructuras se extingue a los diez años, según confirmaron a este periódico fuentes de la Demarcación de Carreteras en la Comunitat Valenciana cuando se decidió el cierre hace dieciocho meses. El puente está a punto de cumplir los dieciséis años de existencia (se inauguró el 3 de diciembre de 1998 y entonces costó 16,9 millones de euros) por lo que desde hace cinco años ya no era posible ninguna reclamación a las empresas constructoras (una UTE formada por ACS y la valenciana Firmecivil) por el deterioro del vial que obligó a cortar el tráfico, en sentido Madrid-Valencia, durante once meses.
La reparación del emblemático viaducto de la A-3 la ejecutan las empresas Ideam y Dragados, según la información facilitada por fuentes de la Delegación del Gobierno.
