El secretario general del PSPV, Ximo Puig, anunció ayer que su formación planteará una «línea de colaboración» entre todos los partidos democráticos «para marcar las reglas del juego» frente a la propuesta de reforma electoral lanzada por el PP de que la Alcaldía de los ayuntamientos la obtenga la lista más votada y aseguró que esta «no es una cuestión de izquierdas o derechas, es una cuestión de democracia o antidemocracia».

Así, plantearán una «alianza» en la que los partidos puedan confluir para «parar una actuación antidemocrática» como la reforma planteada. Según explicó, «no se trata de que ahora haya que desdibujar el mapa político por unas condiciones sobrevenidas, sino que no se produzca esta alteración de las reglas del juego y que, si finalmente se produce, la contestación sea que todo lo que se haga pueda ser reversible».

En la rueda de prensa ofrecida por Puig tras reunirse con un grupo de alcaldes socialistas para analizar esta propuesta, señaló que también presentarán mociones en los ayuntamientos contra la misma y celebrarán asambleas ciudadanas para explicar que este «no es un problema entre políticos y partidos», sino de los ciudadanos, que tienen «derecho a conformar de una manera libre sus ayuntamientos». Para Puig, esta propuesta «supone una degeneración de la democracia».

Puig también se refirió a las declaraciones del conseller de Gobernación, Luis Santamaría, en las que apuntó que algunos alcaldes habían sido elegidos por fraude por haber sido resultado de un acuerdo entre grupos y le ha preguntado si se estaba refiriendo a la primera edil valenciana, Rita Barberá.

Puig recordó que la alcaldesa de Valencia «ganó la Alcaldía de la ciudad con 9 concejales y 8 de Unión Valenciana, frente a los 13 del PSOE». «Y nadie duda de la legitimidad de Rita Barberá; ah no: el señor Santamaría sí, el PP duda de que la señora Barberá fuere elegida a través de un fraude», concluyó Puig.