Tras las dos negativas de la Conselleria de Sanidad a financiarle el único tratamiento que puede salvarle la vida y que cuesta 60.000 euros, Javier Ayza (Vinarós, 1964), que se infectó con el virus de la hepatitis C en una trasfusión sanguínea que le realizaron en una operación a los veinte años, decidió dar a conocer su caso en la televisión para recabar el mayor número de apoyos. Y la tercera vez que lo pidió, se lo concedieron. Ayer mismo salía de la consulta del hospital La Fe tan contento de la buena nueva que acababa de darle su especialista que apenas se lo creía. El 10 de septiembre comenzará a tomar Sofosbuvir y en tres meses el fatídico virus que desde hace más de diez años no hace más que fastidiarle la vida, habrá desaparecido de su caudal sanguíneo.

«Estoy muy contento, porque aunque por fuera se me vea bien, ya voy contrarreloj y si ahora no me lo hubieran dado, lo mismo no llego ni a Navidad», declaró a Levante-EMV el enfermo a quien el pasado mes de noviembre le trasplantaron un hígado en La Fe al entrar en código cero de urgencia vital. El maléfico virus de la hepatitis C se opuso a que el trasplante fuera un éxito y a los tres meses ya había empezado a corroerle el nuevo órgano.

De hecho en tan poco tiempo Javier ya ha hecho un cuadro de fibrosis 2, «que es recuperable apunta , pero que si avanza un poco más y llega a cirrosis, que es el estadio 4 que es el máximo, ya no, porque el hígado se seca y se muere».

Mientras espera el tren que le lleva de nuevo a Vinarós, Javier recibe en su teléfono móvil un mensaje de su suegra que le felicita por haber conseguido, tras mucho pelear, el anhelado tratamiento y le dice que en el logro ha intercedido la madre del paciente, que falleció hace un mes. Javier sonríe.

Dos pacientes a la vez

En la consulta de Enfermedades Infecciosas del hospital la Fe, ayer también fue un día de órdago para otro enfermo de hepatitis C que, al igual que Javier Ayza, recibió la buena nueva de ser uno de los elegidos para acceder a tan ansiado tratamiento. «Hemos salido los dos muy contentos, porque esto cambia nuestra vida completamente», declaró el residente en Vinarós.

De hecho, ellos dos forman parte del grupo de 25 pacientes a quienes la Conselleria de Sanidad financiará el tratamiento desde que a finales de julio se abrió la prescripción a enfermos en tres tipos de situación: ser un trasplantado de hígado, estar en lista de espera para un trasplante o sufrir una cirrosis mortal.

Javier Ayza estima que en España puede haber 2.000 pacientes con hepatitis C en situación de gravedad, 150 de ellos en la C. Valenciana que también pelearán por tener acceso a este tratamiento de alta tecnología y coste desmesurado, «aunque si se tiene en cuenta que el tratamiento anual de un paciente con cirrosis entre hospitalización, consultas y medicamentos cuesta 30.000 euros al año, les trae a cuenta financiar el nuevo fármaco porque en dos años lo han amortizado», indica Javier que sabe que la próxima visita que haga a La Fe, a principios de septiembre, será ya para dirigirse a la consulta y al departamento de Farmacia Hospitalaria para recoger tan valioso producto farmacéutico que se le puede considerar como el «salvavidas» de los enfermos de hepatitis C.

Además de los 25 que ya tienen prescrito y autorizado el nuevo tratamiento, la Conselleria de Sanidad recordó ayer a este periódico que hay otros 26 pacientes a quienes se les ha dispensado el valioso Sofosbuvir en diferentes proyectos de investigación.

Carta a Rajoy

Tanto Javier como Cristina, su mujer, saben la cantidad de noches de angustia e insomnio que han vivido hasta que conseguir la luz verde a este tratamiento revolucionario. De hecho, Cristina llegó a escribir hasta el presidente de Gobierno para pedir clemencia para su esposo, como si de un condenado a muerte se tratara.

La respuesta que llegó con fecha 14 de abril fue desalentadora, ya que la Conselleria de Sanidad ni tan siquiera había tramitado su petición a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios que es la encargada de autorizar el tratamiento, que fue lo que le respondió el director de gabinete de Mariano Rajoy.

Javier sabe que aunque con la noticia de su nuevo tratamiento se le abre una vida con futuro y expectativas hay muchos otros que este momento no pueden decir lo mismo, a pesar de encontrarse en una situación crítica.

«Por eso me gustaría pedirle a la ministra Ana Mato que saque un presupuesto urgente para financiar el tratamiento a esas dos mil personas que lo necesitan y para que el coste de este medicamento no sea una carga para las comunidades autónomas», agregó el paciente que sugirió a los responsables autonómicos que pidan un presupuesto especial para financiar estos tratamientos, «porque son casos urgentes en los que se juega la vida de las personas afectadas».