El Ministerio de Sanidad aseguró ayer que la vacuna del papiloma humano sigue siendo «segura» y que los efectos adversos que se hayan podido producir en las menores afectadas son similares a los ya identificados antes de su autorización, con lo que «no hay ningún dato que recomiende la retirada».

Esa es la opinión que ha querido transmitir la subdirectora general de Promoción de Salud y Epidemiología del ministerio Elena Andradas a las representantes de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma Humano (Aavp), que ayer pidieron en una reunión su retirada del calendario vacunal al asegurar que genera graves efectos adversos y sospechar que puede haber causado la muerte de tres españolas.

En este sentido, la valenciana Alicia Capilla, presidenta de la asociación, relacionó este tratamiento con la muerte de tres niñas españolas, así como con más de 700 notificaciones de reacciones adversas solo hasta 2012 y con cinco denuncias judiciales.

«Existen tres sospechas de muertes por esta vacuna en España: una de Asturias, otra de Valencia y otra de Cataluña», precisó Capilla.

Tras reunirse con la directora general de Salud Pública del ministerio, Capilla manifestó que la Agencia Europea del Medicamento registró «más de 150 notificaciones (por esta vacuna) que acabaron en muerte».

La asociación, que crearon hace cinco años los padres de dos niñas valencianas que sufrieron los efectos adversos de la vacuna por los que permanecieron hospitalizadas dos meses, expresó que el ministerio «no quiere reconocer las reacciones adversas que algunas jóvenes padecen tras recibir esta vacuna» y pide que se actualice el número de notificaciones de sospechas, ya que el último dato oficial es de hace dos años.

La asociación solicitó al Gobierno la retirada de la vacuna al considerar «que no es necesaria, ni efectiva» y exigió que se reconozcan efectos adversos que produce tales como «problemas neurológicos». Las familias también reclaman una atención sanitaria adecuada para las afectadas, un fondo de compensación por daños y un protocolo.

Capilla explicó que la inmunización del papiloma humano no es obligatoria, pero tiene «apariencia de obligatoriedad» para las niñas de 14 años, como consta en el calendario vacunal, y ha criticado que no se informe de los efectos adversos que tiene, que sí aparecen en la ficha técnica del medicamento.

La presidenta de la asociación apuntó que no es necesario que jóvenes sanas «se tengan que vacunar o se expongan a unos riesgos cuando existen medidas preventivas como es la citología, que no causa ningún daño».