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Climatización

La falta de aire acondicionado en parte del Archivo del Reino amenaza el fondo documental

La refrigeración de las salas de lectura está averiada mes y medio - Las consultas se realizan entre ventiladores aunque los documentos deberían estar a una temperatura entre 14 y 20 grados

La falta de aire acondicionado en parte del Archivo del Reino amenaza el fondo documental

El Archivo del Reino de Valencia lleva un mes y medio soportando las altas temperaturas del verano ya que el aire acondicionado está estropeado y los trabajadores aseguran que la reparación podría costar hasta 24.000 euros. La institución alberga libros, pergaminos e incunables de gran valor histórico y patrimonial para Valencia. Algunos documentos que datan del siglo XIII, son muy frágiles y delicados, y deberían mantenerse a una temperatura de entre 14 y 20 º C y una humedad del 45 %, según recomienda la guía de normas para el uso de conservación de fondos antiguos y valiosos de la Biblioteca Nacional Española. Sin embargo, los trabajadores del Archivo denuncian que las temperaturas de algunas salas del centro llevan siendo altísimas durante todo el verano, especialmente durante días calurosos como ayer, cuando la temperatura del edificio alcanzó los 35 ºC.

La delegada de prevención de la Conselleria de Cultura, Educació i Esports, que también lo es de la Intersindical Valenciana, explicaba ayer a Levante-EMV que, a pesar de que las salas en las que se guardan los documentos sí tienen aire acondicionado, las joyas son extraídas para su estudio a salas en las que el climatizador no funciona, y hay «documentos para consultar refrescándose con ventiladores». De esta manera, los valiosos escritos se encuentran ahora en riesgo, pues no es solo el calor el que provoca su deterioro. Las variaciones y oscilaciones en las temperaturas también «colocarían a las colecciones en situación de riesgo como consecuencia del estrés y tensión al que se ven sometidos los distintos materiales pigmentos, tintas, soportes proteínicos (pergamino) o papel», según explican desde la Biblioteca Nacional de España.

El Archivo del Reino de Valencia está considerado Bien de Interés Cultural (BIC) y aunque es propiedad del Estado está gestionado por la Generalitat. En sus salas conserva documentos tales como el penúltimo testamento de Ausiàs March que lleva varios años exponiéndose al público ; sentencias y procesos civiles y criminales del siglo XIV en adelante; registros públicos; textos procedentes de monasterios y conventos; pergaminos en árabes o mapas, planos y sellos del territorio valenciano. Todos estos valiosos documentos se encuentran ahora en riesgo por el calor provoca su deterioro y las variaciones y oscilaciones en las temperatura.

Aún así, son los trabajadores, técnicos e investigadores del Archivo los que están sufriendo más gravemente los efectos del calor.

Aseguran que se «asfixian» durante su horario de trabajo y que muchas veces, hasta tienen que mojarse la cabeza para soportar las altas temperaturas. Durante el día de ayer seguramente el más cálido del verano, la situación se volvió extrema, y una empleada llegó a sufrir una lipotimia mientras trabajaba con documentos que, según fuentes sindicales, «parecían ser de hace varios siglos» y tener alto valor histórico y documental.

Los empleados denuncian el abandono de la dirección del centro pues sus miembros se encuentran de vacaciones, y de la Conselleria de Cultura y la Generalitat. Aseguran que llevan desde el mes de marzo sufriendo problemas de acondicionamiento climático, pero es ahora cuando su salud e integridad física están en riesgo.

Escrito a la conselleria

Tras dirigir las quejas a sus superiores en varias ocasiones, los trabajadores han decidido enviar un escrito a la consellera María José Català y al director del Archivo del Reino, Francesc Torres. En el texto, los empleados del centro representados por la Intersindical Valenciana piden que «se paralice la actividad», pues se está incumpliendo el artículo 21 de la ley de prevención de riesgos laborales, que establece los 27 ºC como la máxima temperatura a la que se puede continuar con la actividad laboral. Según el termómetro que puede verse en la foto, se ha superado en casi ocho grados centígrados este máximo legalmente establecido.

En el escrito solicitaban también «explicaciones del por qué este edificio incumple la ley, dada la existencia no sólo de personal empleado público sino de un fondo histórico y documental valenciano de incalculable valor».

La seguridad y la salud de los trabajadores está en riesgo, y los incunables se estarán derritiendo», afirmaban desde los sindicatos. También expresaban el nivel de estrés en el que se encontraban algunos empleados explicando que «las malas condiciones han conducido hoy a una crisis de ansiedad y una lipotimia».

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