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Infraestructuras

Las juntas de dilatación del viaducto de Contreras cedieron más de 15 cm

La Delegación del Gobierno confirma que también han sido sustituidas en los trabajos de reparación

Las juntas de dilatación del viaducto de Contreras cedieron más de 15 cm

Los «peines» metálicos de las juntas de dilatación de uno de los tableros del viaducto de Contreras llegaron a ceder y separarse más de quince centímetros en su unión con las pilas y estribos de la infraestructura. Un deterioro que no se produce de la noche a la mañana, sino que se produjo a lo largo del tiempo, pero que no fue detectado hasta que este hueco de 15 centímetros formó un «escalón» en el tablero, visible desde el asfalto, según explican a Levante-EMV fuentes conocedoras de los trabajos de reparación del viaducto, en los que se ha tenido que renovar las juntas de dilatación. Un detalle que confirma que la conservación del viaducto no fue todo lo exhaustiva que debería haber sido, para poder detectar estos problemas, así como los de la pieza de la celosía metálica que tuvo que sustituirse. La Demarcación de Carreteras de la Comunitat Valenciana niega que los desperfectos en el viaducto se deban a la falta de mantenimiento. «Se han realizado inspecciones oculares periódicas cada quince meses y técnicos especializados en puentes y estructuras complejas realizan un examen a fondo cada cinco años», explican desde el departamento que depende del Ministerio de Fomento.

En los casi diecinueve meses de reparación del viaducto, ningún responsable de carreteras ha dado información completa y detallada sobre las causas de los desperfectos del puente de la A-3 sobre el pantano de Contreras. Ni siquiera del coste de la reparación, que debe asumir el Ministerio de Fomento, ya que el plazo de garantía de este tipo de infraestructuras se extingue a los diez años. El puente está a punto de cumplir los dieciséis años de existencia (se inauguró el 3 de diciembre de 1998 y entonces costó 16,9 millones de euros) por lo que ya no cabe ninguna reclamación a las empresas constructoras (una UTE formada por ACS y la valenciana Firmecivil) por el deterioro de la infraestructura.

La avería ha generado más preguntas que, por ahora, han encontrado pocas respuestas por parte de los responsables de las carreteras valencianas. Por ejemplo, no se ha ofrecido una explicación técnica de por qué en sólo 15 años el viaducto de la A-3 en Contreras ha sufrido un problema tan grave que provocó su cierre a la circulación. Tampoco ha habido confirmación oficial sobre los problemas que el puente ha tenido desde el principio problemas con las juntas de dilatación ya que, al parecer, ha habido que rehacerlas continuamente.

Carreteras tampoco ha dado detalles sobre el por qué del deterioro de la celosía metálica y los resultados de los análisis de la pieza que tuvo que sustituirse, que deben haber dado una explicación al deterioro de esta pieza de acero corten, que es un material superresistente a la corrosión y al paso del tiempo.

El delegado del Gobierno, Serafín Castellano, sólo explicó ayer que Carreteras ha «renovado los apoyos del tablero en la calzada sentido Madrid-Valencia», además de «reforzar las uniones, mejorar el drenaje o sustituir las juntas de dilatación».

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