Casi una decena de alumnos de Secundaria afectados por golpes de calor, dos de ellos evacuados en ambulancia tras desmayarse en sendos centros docentes de Alicante; clases suspendidadas por temperaturas en las aulas de hasta 35 ºC; maestros repartiendo helados o abanicos entre sus alumnos, clases en el patio bajo la sombra... Este es el parte de la guerra contra el calor que se libro ayer en los centros escolares de la Comunitat Valenciana en el tercer día lectivo del curso más tempranero de toda España.

Mientras los sindicatos docentes vinculan el calor extremo que se padece en las aulas por el adelanto del inicio del curso, la consellera de Educación, Mª José Català, se negó ayer a suspender las clases hasta que el termómetro de una tregua. Los sindicatos docentes se lo exigen al recordar que la legislación sobre salud laboral española impide realizar trabajos de oficina o similares como dar clase en recintos cerrados con temperaturas de más de 27 ºC y un 70 % de humedad.

Por ello la catarata de denuncias ante la Inspección de Trabajo de centros escolares donde el mercurio sobrepasa los 27 ºC en las aulas prosiguieron ayer. A las más de 200 presentadas por el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), se sumaron ayer otras 130 aportadas por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

«Poalada» en Massamagrell

A la espera que la Inspección de Trabajo actúe, los niños de Infantil y Primaria comienzan a ir en bañador al colegio para combatir las temperaturas extremas. «El alumnado de diversas escuelas de Almoines y Carcaixent han ido al centro en bañador y con toalla como acto de protesta por el calor que están pasado, una acción que el próximo lunes se realizará en el colegio público Santa Teresa de Valencia», informan desde el Stepv. Este sindicato añade que en el Instituto de Educación Secundaria (IES) de Massamagrell «se ha acordado hacer una "poalada" el lunes para refrescarse».

Desde la CSIF informan que en un colegio público de Alzira tanto el jueves como ayer «los maestros compraron helados, los clásicos "flashes", a los niños de Infantil, para mitigar su calor». «Lo pagaron de su bolsillo los docentes», destacan. «También en varios centros alumnos de Infantil están pidiendo a sus maestros quitarse las camisetas e impartir la clase sin ellas», apunten.

«Los que más sufren prosigue la CSIF, son los que llevan uniforme, ya que por el material del que están hechos, son especialmente calurosos». Así, por ejemplo en el colegio de Jesuitas de Alicante, se ha pospuesto el uniforme hasta que remita la calor.

El IES de Foios suspende clases

También prosiguió ayer la suspensión de clases en los IES en las últimas horas de la mañana o su traslado al patio bajo la sombra de porches o árboles, buscando algo de aire. En los insitutos de Alicante fue casi general. En el IES de Foios, tras una asamblea, el profesorado suspendió la actividad lectiva por las altas temperaturas.

El Stepv, que insta a los docentes a sacar a los alumnos de las aulas ante el calor extremo, criticó ayer los «obstáculos» de la Inspección Educativa «a la actuación responsable del profesorado que actúa para evitar los riesgos en la salud del alumnado». Este sindicato advierte de que los docentes «tienen la responsabilidad de la salud del alumnado y se puede enfrentar a denuncias por omisión de ayuda, una conducta que está castigada por el código penal».

Tres desmayos en Xirivella

En el IES Ramón Muntaner de Xirivella tres estudiantes de 1º y 2º de ESO estuvieron a punto de desvanecerse por el calor extremo en el aula, pero se recuperaron tras ser evacuados al patio y recibir agua en la cara. Tras este incidente, el alumnado ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir la suspensión de las clases la próxima semana si continúan las altas temperaturas.