Unos 12.000 cruceristas harán escala durante este mes de septiembre y el próximo de octubre en Valencia en los barcos de la empresa Pullmantur Empress y Sovereign. El primero partirá de la ciudad en un viaje de ocho días que le llevará a Málaga, Civitavecchia, Ajaccio, Palma o Cagliari, y el segundo hará escala en Valencia antes de partir a la siguiente ciudad en su recorrido, que será Palma de Mallorca.

El buque Empress tiene capacidad para 1.877 pasajeros en sus 795 camarotes distribuidos en 9 cubiertas. Además, cuenta con rocódromo, gimnasio, spa, dos piscinas exteriores, restaurantes, varios bares, casino, discoteca, biblioteca y tiendas sin impuestos. Pullmantur tiene cinco buques en su flota con una capacidad diaria de más de 12.000 pasajeros.

El puerto de Valencia ha sufrido un severo aviso en el turismo de cruceros, con un descenso de visitantes del 30 % en los seis primeros meses del año. Los expertos consideran que para mantener una estabilidad y llevarse un trozo más grande del pastel de los 39.400 millones de euros que mueve esta industria en Europa, hay que hacer los deberes, que pasan por convertir a Valencia en un puerto base y no en una escala más. Si de Valencia salen los cruceros en lugar de hacer una parada, los turistas pueden hacer noche y gastar más dinero en la ciudad, sobre todo en la hostelería y los hoteles. Por ello, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, reunió la pasada semana a todos los agentes turísticos de la ciudad para analizar el descenso de cruceristas y una de las mucha conclusiones obtenidas es que «hay que darle una vuelta» al modelo turístico de la ciudad, según explicó la primera edil.