Las redes sociales arden desde que el pasado martes se fundara el nuevo espacio político Guanyem València. Unas 500 personas abarrotaron el teatro El Micalet de Valencia para celebrar la asamblea de constitución, que fue refrendada por una mayoría abrumadora de los asistentes. La nueva marca, que pretende aglutinar a movimientos sociales y partidos a la izquierda del PSPV, ha echado a andar y, tanto defensores como detractores, pugnan por que se impongan sus tesis en la ciudadanía. La izquierda en la ciudad se enfrenta a una nueva encrucijada. ¿Será Guanyem el catalizador de un 'frente popular' que dispute a PP y PSPV su hegemonía?¿O será un ingrediente más dentro de la sopa de siglas de la alternativa al PP para un posterior pacto postelectoral?
Del encuentro del pasado martes 23 de septiembre nacieron tres comisiones de trabajo: Una de comunicación, otra para la elaboración del programa electoral y una tercera que específicamente se encargue de organizar la próxima asamblea, que se prevé multitudinaria y que se celebrará el 28 de octubre. Y es que el tiempo apremia. Tras el segundo encuentro, quedarán siete meses para las elecciones, su principal objetivo.
La principal crítica que ha recibido Guanyem en sus primeros días de vida es la «exagerada» presencia de miembros de Esquerra Unida en el movimiento. La activa participación de la excoordinadora general de EUPV Gloria Marcos en la asamblea fundacional ha aportado más madera al incendio, que se amplificó en las redes sociales. Miembros de la PAH, la CUP y dirigentes de Compromís consultados por este periódico desconfían del nuevo espacio político por este motivo, ya que consideran que EU pretende «controlarlo» y utilizarlo como marca blanca para aumentar sus votos.
Fuentes del grupo promotor ven la actuación de Marcos con una visión diametralmente opuesta, como una manera de «reventar» el 'frente popular'. Según esta tesis, su presencia atraería a los miembros de su partido pero ahuyenta a los demás. «Una manera de que fracase el proyecto unitario», comentan.
Gloria Marcos explica a este periódico que acudió como ciudadana y no pertenece a ningún órgano de decisión de EU. «A alguien le debe sentar mal que a los que tenemos historia se nos entierre en vida. Yo ya no tengo aspiraciones», criticó. Marcos defiende la convergencia de todos los partidos a la izquierda del PSOE, incluido Compromís, pero con las organizaciones sociales, «no como un pacto preelectoral».
Desde los impulsores de Guanyem rechazan el argumento de que EU esté detrás de su consecución. Según explica Héctor Illueca, uno de los que dirigieron la asamblea, estas acusaciones «no tienen ningún sentido». «Esta asamblea la convocó un grupo de personas con nombre y apellido. Hay miembros a título personal de EU, pero también de Compromís, de Podemos y de movimientos sociales. Nadie se ha escondido», sentencia.
EU celebró ayer una asamblea de su colectivo municipal para implicarse en Guanyem y una inmensa mayoría lo refrendó. Y eso, que hace cuatro meses la dirección nacional era muy reticente a participar en este nuevo espacio.
Por su parte, Compromís no entrará en Guanyem si continúa la presencia de cargos de EU. Como trasfondo, los problemas en la coalición por el reglamento de primarias para las elecciones, que está bloqueado desde hace meses. La estrategia de Compromís, según un destacado dirigente de la dirección nacional, no es sumarse a un proyecto en el que esté el partido de Amadeu Sanchis.
Desde la coalición prefieren alcanzar un acuerdo con Podemos que beneficie a ambas partes. La tesis principal consiste en que las bases del partido de Pablo Iglesias apoyen a la coalición de Ribó, Morera y Oltra en las próximas municipales y autonómicas. Si es así, Compromís llamaría a la integración con Podemos en las Elecciones Generales para montar un frente común a PP y PSOE.
En Podemos el debate está más claro. Descartada la posibilidad de acudir a las elecciones con su marca, sus simpatizantes se podrán sumar a Guanyem o a cualquier otra alternativa que siga los postulados de la «ruptura democrática». Siempre que no haya rebelión y presenten lista propia.
Un destacado líder social valenciano que acudió a la asamblea pero que no quiere revelar su nombre asegura que existe un «enorme interés» en que Guanyem València «no cuaje». «Se mezclan muchos intereses, desde los sectores antipartidos y antisindicatos hasta los líderes de los partidos de izquierda que tienen miedo a perder la silla», argumenta. Este experto en movilizaciones sociales explica: «Esto puede quedar en nada o ser un tsunami que se lleve a todos los que no se sumen por delante».
En los promotores de Guanyem València predomina la ilusión. Son conscientes de que será muy importante que se integren los partidos pero no imprescindible. Esperan, al igual que los demás partidos, a la siguiente asamblea para ver las fuezas con las que cuentan. De momento, el debú es más que esperanzador. Reunir a 500 personas en Valencia, aunque esté plagado de espías y espías dobles, es complicado. Algún argumento tienen.
Otro punto a favor es la novedad y el ímpetu de sus promotores. En contra, la falta de una cara visible como la de Guanyem Barcelona, con Ada Colau, líder de la plataforma antidesahucios, al frente. De momento, Guanyem camina convencido de que pueden ganar las elecciones.
