El miedo puede ser más contagioso que el propio ébola. Lo saben las empresas turísticas, que desde que Teresa Romero se convirtió en la «paciente cero» de la fiebre hemorrágica en Occidente, viven con el temor en el cuerpo por las imprevisibles consecuencias que pueden desprenderse de nuevos contagios del ébola en España. De momento, a la noticia del contagio de la enfermera madrileña le siguió una sacudida en la Bolsa a las aerolíneas y cadenas hoteleras más importantes.

En la Comunitat Valenciana, por ahora, el sector se encuentra estable pero en rigurosa observación. Toni Mayor, presidente de la patronal turística de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), asegura que hasta la fecha no se han producido «ninguna anulación» de viajes previstos hacia la joya del turismo valenciano.

Aunque sí que existe cierta inquietud en los mercados emisores más importantes: las agencias británicas que envían turistas a la Comunitat Valenciana han pedido informes a su gobierno para ver si había riesgo, aunque no ha cundido el alarmismo. El «Foreign Office» se ha limitado a actualizar las recomendaciones a los turistas, pero sin crear alarma. «El riesgo de contagio es mínimo», sentencia el ministerio de exteriores.

«No podemos hacer de una pulga un elefante. Tenemos que estar tranquilos y que lo gobiernos transmitan tranquilidad», señala Mayor. «Es un tema mundial y pierde relevancia que haya un caso en Madrid», añade.

En las agencias de viajes de la Comunitat Valenciana, por contra, sí reconocen su malestar por la «pésima gestión» del Gobierno español, que se traduce en un perjuicio para la «marca España», apunta la presidente Teresa Altarejos. La crisis, al menos, ha llegado en temporada baja.

«Si no hay más casos podemos salvar la cara ante el exterior, pero si hay más, vendrá una mala temporada que costará recuperar».

Donde sí ha habido efectos negativos es en el sentido contrario del flujo turístico: en el negocio de salida de valencianos hacia el exterior.

Según apunta Altarejos, las agencias dedicadas al segmento corporativo, los viajes de empresa, se han visto perjudicadas, aunque «no en un porcentaje altísimo». Se trata de viajes de profesionales que desarrollan su labor en los países africanos afectados por el brote, como Liberia. «Es un tema puntual; la gripe A hizo más daño porque paralizó el mercado mundial». De momento, el sector valenciano llama a la calma.