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Los derechos de la mujer

Mayuba abre el debate entre los saharauis

Las declaraciones del delegado en España del Frente Polisario desatan las reacciones en las plataformas que piden la liberación de la joven

Mayuba abre el debate entre los saharauis

El secuestro y retención de Mayuba en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf lleva camino de convertirse en un verdadero conflicto entre la propia sociedad saharaui en relación al papel que desempeña la mujer, ya que no se ponen de acuerdo en qué medidas tomar respecto a la situación de la joven residente en Genovés. Mientras están los que abogan por una libertad inmediata basándose en la constitución que se rige en la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), hay otros que pretenden seguir manteniendo en vigor unas costumbres y tradiciones muy difíciles de eliminar de raíz.

Las declaraciones a este periódico del delegado en España del Frente Polisdario Bucharaya Beyun no ha hecho sino encender todavía más la mecha de la indignación entre los colectivos y plataformas que piden la liberación de Mayuba. Entienden que se están vulnerando gravemente los derechos fundamentales de la joven, y lo que es más grave: «Beyun afirma que la solución estará dentro de la cultura y tradiciones saharauis ignorando maliciosamente la cuestión fundamental: que Mayuba es una ciudadana española, que está retenida y secuestrada en contra de su voluntad», afirman desde Free Mayuba.

Siguen diciendo desde la plataforma que «el delegado del Frente Polisario comete un grave error al afirmar que nadie puede mandar a la policía o al ejército para que liberen a Mayuba y la manden en un avión, cuando sabe muy bien que la comunidad internacional está presionando para que salga de allí a las buenas o a las malas, y el Frente Polisario tiene la suficiente autoridad como para negociar y poner fin a esta situación. Es evidente que el diálogo y la diplomacia debe primar sobre todas las cosas, pero Mayuba sigue retenida desde el 18 de agosto, dos meses ya de cautiverio».

Lehdía Mohamed Dafa es una mujer de origen saharaui que trabaja en España como médico pediatra en Atención Primaria y asegura que «La Constitución de la RASD proclama en su artículo 27 que la libertad personal está protegida y no se puede negar su ejercicio a nadie, salvo de conformidad con la ley. Y en el artículo 28 se dice que integridad del ser humano es sagrada. Toda persona tiene derecho al honor. Esta prohibido el ejercicio de cualquier tipo de violencia, ya sea física o moral o cualquier tipo de tortura o prejuicio de su dignidad».

«Este es un caso flagrante de violación de Derechos Humanos. Mahayuba es una mujer, mayor de edad, que independientemente de su origen o nacionalidad, parece que sabe perfectamente lo que quiere, porque de no ser así, no habría alertado de su situación de secuestro. Por lo tanto, el enfoque fundamental del caso debería girar en torno a su libertad como persona y los derechos fundamentales que la amparan. Por desgracia hay algunas costumbres y tradiciones que vulneran derechos humanos y son nefastas y discriminatorias para las mujeres, y en esa medida no son dignas de respeto», asevera Mohamed Dafa.

Respecto a las costumbres y tradiciones la doctora Lehdia tiene su opinión. «Las mujeres saharauis no tienen reconocida la mayoría de edad salvo para votar, y por tanto su tutela pasa del padre al marido. No hay un código de familia que rija la vida en los campamentos y el vacío legal es total. El movimiento solidario debería posicionarse contra estas prácticas que muchos conocen de muy cerca, pero que prefieren callar», apunta.

Por su parte, Isabel Galeote, miembro de diferentes plataformas de cooperación internacional y que trabaja como técnico de Migraciones en el Ayuntamiento de Campillos, en Málaga, y una de las impulsoras de las Plataforma Free Mayuba, aseguró a Levante-EMV que el caso de Mayuba «es la punta de lanza de muchos otros casos de mujeres retenidas en el Sahara en contra de su voluntad, que pese a no tener la nacionalidad española, deberían tener derecho a decidir su futuro. Son jóvenes que han vivido en España con padres de acogida, pero que al volver a los campamentos no han regresado nunca más. Muchas de ellas han pedido a sus padres de acogida que hagan lo posible para que recuperen su libertad. Son jóvenes con nombres y apellidos y cuyas familias españolas han comenzado a denunciar».

«Debemos luchar para que el pueblo saharaui vuelva a sus territorios, que se respeten sus derechos, pero deberían dar pruebas de solidaridad dejando libre a Mayuba y cumpliendo la constitución», afirma Galeote.

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