Genovés no ha olvidado a Mayuba Mohamed Hamdidaf. Ayer, que se cumplían 88 días desde su partida de la localidad de La Costera rumbo a Tinduf para visitar a su familia de origen, el pueblo volvió a recordarla bajo el lema «Somos la voz de Mayuba». Ella, mientras, continúa en los campamentos de refugiados, retenida pese a los esfuerzos de su familia de acogida. A la lucha de su padre «adoptivo», Batiste Llopis, se suma ahora la campaña iniciada por un grupo de amigas quienes en apenas un mes han recabado cerca de 4.000 firmas a través de AVAAZ, la organización civil global que promueve el activismo ciudadano en asuntos como los derechos humano. En la cafetería donde le prepararon una despedida, ahora ya proyectan una fiesta de bienvenida. «Estamos seguras de que volverá y nosotras vamos a luchar para que así sea», afirman Carmen, Isabel, María y Raquel, cuatro de las amigas que han iniciado la campaña.

Llopis asegura, además, que seguirá haciendo todo lo necesario para que vuelva. «Le juré que la iba a sacar y la sacaré», insistía ayer. Sus esfuerzos han conseguidoque organismos y entidades se hayan sumado a la causa con declaraciones institucionales. La Diputación de Valencia, incluso, anunció que retirará las ayudas a los campamentos si no se libera a Mayuba, quien permanece contra su voluntad en Tinduf, donde su abuela falleció tres días después de la llegada de la joven. «Ese fue su error», han afirmado algunos vecinos de Genovés, quienes le advirtieron que no se marchara. Una idea que no comparte Batiste. «Se fue como tenía que ser», argumenta. De hecho, él también acompañó a su hija en este viaje tal como ya había hecho en multitud de ocasiones. «A los tres días falleció la abuela de Mayuba y, a la semana, mi padre regresó a Genovés sin mi hermana, puesto que ella decidió quedarse en los campamentos unos días más, hasta el 18 de agosto», explica Verónica Llopis.

No sospecharon porque se quedara más días en Tinduf. «Otras veces ya lo había hecho y para nosotros su libertad es lo primordial. Yo no quiero a Mayuba para mí dice Batisteyo quiero que sea libre y pueda continuar con la prometedora vida que ya se ha labrado aquí en España, en Londres donde trabajaba o donde ella elija». Desde entonces, la ausencia de Mayuba ha abierto un profundo vacío en Genovés, donde la joven saharaui llegó a echar raíces.