«Encara no m'ho crec!». Así de explícita y feliz se mostró anoche Mayuba, la joven de Genovés de origen saharaui, al llegar por fin a casa después de pasar dos meses secuestrada en los campamentos de Tinduf a manos de su familia biológica, que la retenía sin permitirle volver a España. En declaraciones a Levante-EMV, la joven de 23 años afirmó anoche que «escapar era arriesgado, pero era la única opción que tenía en la mano y no quería esperar más. Era un riesgo que corría. Podía haber pasado cualquier cosa, pero todo ha salido bien»», manifestó.

La chica logró fugarse del hogar de su familia biológica el martes tras recuperar el pasaporte que le habían confiscado sus padres. Con la ayuda de un conocido huyó en coche hasta llegar a la ciudad de Tinduf. «El problema era salir de los campamentos y llegar a Tinduf», subraya Mayuba. Una vez en Tinduf, contactó con la gendarmería argelina y cogió un vuelo rumbo a Argel, puesto que poseía un billete abierto sin fecha fija que le había comprado su familia de acogida. Ayer por la tarde voló de Argel a Alicante. En el aeropuerto de l'Altet la recibieron responsables del Gobierno. Fue en Alicante donde se reencontró con su padre de acogida, Batiste Llopis, y su hermana Verónica. Pasadas las nueve y media de la noche llegó a su hogar de Genovés, donde la esperaban familiares y vecinos bajo la pancarta «Benvinguda a casa, Mayuba».

Mayuba se sentía anoche «extremadamente cansada», todavía «en estado de shock» y con algunos kilos menos. «No poder volver, ése era el miedo que me acompañaba en todo momento. Por eso no tuve demasiado miedo a la hora de decidir escapar, porque la alternativa era quedarme allí», explica Mayuba. La decisión de fugarse fue completamente suya, no indicada por el Gobierno español o las autoridades argelinas o saharauis. «Fui yo», alega con contundencia la joven. «Y estoy muy, muy contenta», añade.

Lo único que empañaba anoche su felicidad era la forma abrupta con la que ha concluido este episodio, todavía con algunas lagunas. «Sobre todo lo lamento por mi familia. Pero no vi otra opción. Tengo unos padres que ahora estarán sufriendo. Pero creo que mis padres llegarán a entender que ellos son importantes para mí, pero que también tengo una vida aquí». La propia Mayuba no descarta volver a visitar a su familia biológica algún día. «No, no descarto volver allí. Todo lo contrario». Pero hay que dejar pasar el tiempo, se le entiende entre líneas. El plan de esta licenciada en Filología Árabe con una beca Marie Curie en Londres es «seguir estudiando» y retomar su vida. Pero ahora, dice, sólo piensa en «descansar» y recuperarse.

Mayuba tiene dos agradecimientos. Uno, a sus padres de acogida desde 2002. «Han luchado muchísimo y gracias a ellos he conseguido estar aquí. Siempre les estaré muy agradecida por esto». El otro, a este periódico. «Estoy muy, muy agradecida a vosotros porque vuestra presión ha ayudado». Mayuba ya es libre.