«En este concurso puedo poner en práctica mi ingenio, con recursos y tiempo limitado que es más o menos lo que me voy a encontrar en el trabajo», relata Alejandro Jiménez, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universitat Politècnica de València (UPV). «Nos enfrentamos a problemas reales y debemos ser capaces de improvisar», añade Carlos Martínez, otro alumno de este mismo grado. Alejandro y Carlos son dos de los 44 universitarios que durante los dos últimos días han participado en la fase local de la UPV con la que arranca la edición del curso 2014-15 de la mayor competición de ingeniería organizada en Europa por estudiantes, la EBEC, que mueve a más de 6.500 alumnos de 33 países.
El concurso es una iniciativa de la asociación BEST, un colectivo que agrupa a más de 3.000 estudiantes de carreras tecnológicas de 95 universidades del viejo continente, 45 de ellos de la Politècnica. En este certamen, que consta de tres fases, los estudiantes usan sus conocimientos y habilidades personales para resolver en grupos de cuatro un problema de ingeniería que emula una situación real.
La EBEC consta de dos modalidades: una más teórica en la que los participantes se enfrentan a un problema real de carácter empresarial o de ingeniería que puede llegar a surgirles en su futura actividad profesional; y otra más práctica en la que deben encontrar una solución práctica a un problema de ingeniería, con material y tiempo limitado para diseño y ejecución.
En el caso de la Politècnica, una de las seis universidades que celebra fases locales de la EBEC en España, los organizadores se han inspirado en las polémicas prospecciones petrolíferas de Canarias tanto para el supuesto teórico como el práctico. En el primero, los alumnos debían elegir de entre tres hipotéticas bolsas de petróleo submarinas cuál era la más rentable tras valorar los costes de explotación, su impacto ambiental y las zonas críticas. Este caso lo han ganado el equipo de Samuel Pucha, Carlos Garrido, César Núñez y Francesc Molero.
En el supuesto práctico la propuesta era diseñar un modelo esquemático de plataforma petrolífera con materiales livianos (varillas de madera, poliestireno expandido...) de medio metro de altura capaz de soportar una carga en lo alto de la torre de 2 kg y elevar un peso de 330 gramos. Todo ellos bajo criterios de eficiencia (con el menor material posible) y originalidad. Esta prueba la han ganado José Francisco Agulló, Pablo Escobedo, Francisco Presencia y Gabriel Ramiro.
Estos dos equipos pasarán a la final nacional, en la que 48 estudiantes de seis universidades españolas se enfrentarán en primavera en la UPV a otros dos problemas de ingeniería. De aquí saldrán los dos equipos que representarán España en la final internacional de Oporto donde competirán los mejores 30 equipos, 15 por modalidad, de 85 universidades.
