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Testimonio

"Es una estafa: Esperaba 20.100 euros en ayudas y no he cobrado nada"

Nico Bustos, un vecino de Aldaia, perdió la ayuda directa de Fomento y la Generalitat no le paga

"Es una estafa: Esperaba 20.100 euros en ayudas y no he cobrado nada"

Nico Bustos, un agente de viajes de 30 años, decidió aceptar la opción a compra que incluía el alquiler de su vivienda ubicada en Aldaia. «Me informé de las ayudas y, como reunía todos los requisitos, decidí comprarme el piso». Ahí empezó su via crucis. Solicitó las ayudas a mediados de 2010 y, para pagar su hipoteca a veinticinco años de su nueva casa confiaba en los 20.100 euros en ayudas del Ministerio de Fomento y de la Conselleria de Territorio. «Habré hecho más de veinticinco viajes al PROP, porque desde un principio no te dejan las cosas claras, cada vez te piden una cosa distinta y te marean... O te piden que pagues una nueva tasa para pasar a la siguiente fase. Cada dos semanas iba al PROP, sin exagerar, y se demoró todo un año», explica Nico Bustos.

En ese ínterin, el Ministerio de Fomento suprimió las ayudas estatales directas para la compra de viviendas, por lo que este joven vecino de Aldaia se quedó sin la ayuda estatal de 9.300 euros. «Pero yo ya había suscrito la hipoteca a la que me obligaba el Ministerio de Fomento con la entidad bancaria, que tiene un diferencial mucho más elevado y que, si hubiera sabido que iban a eliminar la ayuda, no habría suscrito». La Generalitat también le reconoció el derecho a recibir una subvención de 10.800 euros pero, a pesar del tiempo transcurrido, tampoco ha recibido la ayuda prometida. «Es una estafa porque esperaba 20.100 euros en ayudas, pero no he cobrado nada. Yo sigo llamando al PROP, pero como no tienen partidas presupuestarias y dicen que aún están pagando las ayudas de 2008-2009, aún tardaré en cobrar».

Aunque al quebradero de cabeza de no haber obtenido las subvenciones que esperaba Nico Bustos suma el dinero que tuvo que anticipar para suscribir el préstamo convenido para la ayuda de Fomento que nunca llegó a cobrar. «Tuve que pedir 3.000 euros a un familiar para volver a escriturar de nuevo la vivienda para la ayuda estatal directa que después no recibí. Yo ese dinero no tendría por qué haberlo desembolsado, me obligaron a hacerlo para acceder a una ayuda que no llegó, así que sólo puedo calificar todo este proceso de una auténtica estafa».

La única alegría que ha recibido Nico durante todo este tiempo fue la subsidiación al préstamo hipotecario que le concedió el Ministerio de Fomento (una cantidad mensual que le ayuda a pagar la factura de su hipoteca) y que, por ahora no le han suprimido, por lo que podrá disfrutarla durante el plazo legal de cinco años «siempre que mis ingresos no superen el tope legal». Al menos a este vecino de Aldaia el retraso en el cobro y la anulación de las ayudas lo ha pillado «con trabajo, desde hace ocho años. No sé qué hubiera hecho si me llego a quedar desempleado».

La indignación de estos ciudadanos afectados por los impagos de las ayudas aumenta «cuando vemos todo lo que se roba. Tu cumples con tus obligaciones pero ellos no. Nuestros antepasados han luchado tanto por los derechos que hemos conseguido y ellos se los pasan por la piedra. Pero aunque veces se pierde la esperanza, aún nos queda un hilo y vamos a luchar. Aunque no volvería a solicitar ninguna ayuda, no quiero volver a pasar por esto», concluye.

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