La delegación de Castelló ciutat regresó ayer exultante tras haber impuesto sus tesis en el Consell General de Compromís, que necesita dos tercios del total de los votos para sacar adelante los acuerdos importantes. Los votos en contra de los castellonenses forzaron que no se aprobara ni el reglamento de primarias ni la enmienda para que se modificara la elección de candidatos en la capital de La Plana.

Su portavoz, el concejal del Bloc en el Ayuntamiento de Castelló, Enric Nomdedéu, explicó que el reglamento que había aprobado la dirección de su partido «no era lo que se nos había prometido porque había demasiados puestos en la lista electoral con nombre y apellido». Nomdedéu defendió que su asamblea local por unanimidad les pidió que rechazaran este acuerdo previo.

Nomdedéu también consiguió abortar con su minoría que el reglamento de primarias de su ciudad fuera diferente al de las otras urbes con más de 100.000 habitantes para acomodar a los adheridos y a Iniciativa en los cuatro primeros puestos de la lista y salvaguardar la pluralidad. Según reconoció el propio Nomdedéu, cuando vio que el líder de su partido, Enric Morera, no le apoyaba se levantó, «para que me vieran», y «rompí el voto», en una clara muestra de desgrado al apoyo que Morera había dado a sus socios de coalición. «Esto es la democracia», aseguraba ayer a este periódico el político castellonense.

El reglamento sobre las primarias en Castelló ciudad había estado negociándose durante toda la semana. Según denuncia Nomdedéu y los críticos del Bloc, se sacó ayer sin avisarles del resto de grandes ciudades para votarse solitario en el Consell General. Tras esto, muchos críticos tuvieron la justificación pra votar en contra.