El miedo escénico a una ruptura a seis meses de las elecciones y la presión ambiental han pesado más que las diferencias, desconfianzas y resquemores entre los distintos socios de Compromís. Al final, todos se han avenido a poner una solución virtual „votar de nuevo y por internet„ a un problema real: la fractura interna. Iniciativa del Poble Valencià „el partido de Mónica Oltra„ aceptó ayer, al igual que Verds-Equo, la propuesta del Bloc de convocar de nuevo al Consell General de Compromís para que, en segunda votación, acepte lo que rechazó en la primera: las normas para convocar las primarias que conformarán las listas electorales. En esencia, en esta segunda toma de la misma escena, se votará prácticamente lo mismo. La diferencia es que el Bloc cede el 3 y el 4 de la candidatura local de Castelló, en vez de el 3 y el 5. Y además, sobre el papel, garantizan que ahora cuenta con la disposición de la ejecutiva local nacionalista „crítica con Morera„ que el sábado rechazó de plano cualquier cesión.

Iniciativa, por su parte, acepta «como solución» que se vote de nuevo pero esta vez de forma «telemática». La ejecutiva se reunirá el viernes, también por segunda ocasión, para validar de nuevo el reglamento y así «se pueda poner en marcha en el menor tiempo posible este mecanismo de ratificación» cibernético. Al ser votación telemática parece que no sea lo mismo. El sábado pasado, después del Consell General de la coalición que dinamitó el reglamento de primarias pactado por unanimidad en la ejecutiva, Iniciativa y Verds-Equo juraron que no participarían en una segunda convocatoria del máximo órgano de dirección para intentar sacar el reglamento. Oltra proclamó que la negociación estaba cerrada y que si no se podía alcanzar un pacto en Compromís, como proyecto con entidad propia, habría que conformarse con firmar el acuerdo entre direcciones políticas de cada socio. Esto es, habría que resignarse a que Compromís, por la vía de los hechos, quedara relegado a una pura y dura coalición a la vieja usanza. En la misma posición estaba Verds-Equo. Como el Bloc aportó la mayoría de noes y abstenciones que tumbaron el reglamento, fue señalado como culpable y acepta ahora una mayor penitencia, más cesiones en los puestos reservados. Iniciativa también ultimó ayer la organización del congreso que celebrará el sábado en Valencia y en el que se elegirá la portavocía, el máximo cargo de representación.

El nuevo escenario significa reconocer de nuevo los órganos de dirección de Compromís que los socios del Bloc daban por muertos y enterrados. La grave crisis abierta parece que ha encarrilado una solución. De momento. El noviazgo entre Bloc, Iniciativa, Verds-Equo y los «adherits», directamente afiliados a Compromís, sigue camino del altar por inercia y fruto de la conveniencia mutua avalada por las expectativas de crecimiento electoral.