Más de 40 niños y niñas musulmanes del CEIP Pintor Teodoro Andreu, de Alzira, llevan más de diez días sin comer en el colegio al no disponer de menú halal, aquel en el que, a parte de no contener cerdo, el resto de carne pertenece a animales sacrificados según las costumbres islámicas. Según indicó a Levante-EMV Rachid Gharbi, presidente del Centro Cultural Islámico de Alzira e imán de esa mezquita, la decisión de no llevar a los escolares a comer al centro fue tomada por los propios padres «después de que el director les dijera que tenían que pagar 80 euros por niño si querían que sus hijos disfrutaran de ese menú».
Hasta ahora, esas decenas de alumnos ingerían una dieta sin cerdo, pero «no nos aseguran que el resto de carne sea halal», esto es, sacrificada en dirección a la Meca y por un musulmán. «Somos españoles y nuestros hijos también lo son. Tienen los mismos derechos que sus compañeros de escuela a recibir una beca del comedor, pero tienen que respetar nuestras costumbres y ritos», señaló Gharbi. En este sentido, el presidente de este colectivo sacó a relucir la ley del 26 de noviembre de 1992 por la que se aprobó el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España y en cuyo artículo 14 se reconoce que respecto a «la alimentación de los alumnos musulmanes de los centros docentes públicos y privados concertados que lo soliciten, se procurará adecuar a los preceptos religiosos islámicos, así como el horario de comidas durante el mes de ayuno (Ramadán)».
Según cuenta Bel Elkabir Chaibi, padre de uno de los menores que acude a este centro, hasta ahora no habían tenido ningún problema. «Durante los años anteriores, al llegar el inicio de curso, el director nos enseñaba el certificado halal. Este año no nos ha dicho nada, y después de que algunos niños se dieran cuenta, fuimos a preguntar y nos dijo que este curso no había menú halal y que si lo queríamos, teníamos que pagar 80 euros por niño».
Familias sin recursos
Este centro concentra un alto porcentaje de alumnado con necesidades compensatorias, por lo que reciben tanto becas par el comedor como para el material escolar. Como indican desde el mismo Centro Cultural Islámico, el 80 % de los musulmanes que viven en Alzira no tiene trabajo, por lo que la mayoría de estos niños vive en hogares sin recursos. La beca del comedor supone pues un alivio y a la vez una oportunidad de brindarles una alimentación adecuada. «Si no tienen para pagar el comedor, cómo van a tener 80 euros para el menú halal», indica el imán.
Los musulmanes deben seguir una dieta en la que no se aceptan cierto tipos de alimentos. En este sentido, es necesario evitar en un menú islámico la carne de cerdo, así como todos sus derivados. En cambio, se debe consumir la carne halal: cabra, cordero u otro animal sacrificado por un miembro de la religión mediante un rezo y en dirección a la Meca. Estos productos llevan un sello de garantía, que cada año, los padres del Pintor Teodoro Andreu pedían al equipo de dirección, este año sin suerte.
«Queremos solucionar el problema, no agrandarlo. El Centro Cultural Islámico está para ayudar y mediar con la escuela o con el ayuntamiento, así como con la empresa distribuidora de la carne halal si hiciera falta», aclaró el imán de esta mezquita. Los padres afectados aseguran desconocer la razón del cambio de tendencia en el colegio. No entienden por qué este año no llega la beca y en otros sí. Este periódico intentó en varias ocasiones ponerse en contacto con el director del centro, sin éxito. Mientras, los alumnos más mayores del Teodoro Andreu están dispuestos a pedir una cita a la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, para plantearle la situación.
