Se desperezaba la ciudad bajo la luz blanca del Mediterráneo y unas 180 personas, todas ellas miembros de la organización Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago, comenzaban su visita al centro de Valencia. Era una de las actividades que formaban parte del encuentro de hospitaleros, que son las personas que acogen a peregrinos del Camino de Santiago en distintos puntos de la ruta jacobea, que comenzó el viernes y terminará hoy y que se está celebrando en Llíria.

El recorrido comenzó en las Torres de Serranos al filo de las 11 horas. Las 180 personas se dividieron en dos grupos. Mientras uno se adentraba en la ciudad por donde en la Edad Media se accedía si se llegaba a la urbe desde las comarcas del interior y cruzaban la plaza dels Furs camino de la plaza de Manises, del Carmen y del Mercado Central, otro nutrido grupo hacia lo propio por la calle Navellos, junto al Palau de Benicarló, para visitar el centro neurálgico de la religiosidad en Valencia, la plaza de la Virgen.

Muy cerca de allí se encuentra la Capilla del Santo Cáliz, donde se guarda una de las reliquias más importantes de la cristiandad, en torno a la cual se pretende poner en marcha una ruta para peregrinos. No creen los voluntarios del camino que este nuevo recorrido pueda ser competencia del de Santiago. La presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago (Feaacs), María Ángeles Fernández, explicó que no cree que la ruta «pueda tener tanto predicamento», habida cuenta sobre todo de la existencia de un posible santo cáliz en León, el conocido como cáliz de doña Urraca. «El camino ha sido muy importante para el norte de España porque lo ha unido con Europa, y eso no lo tendrá la ruta del cáliz si se crea», indicó Fernández. El Camino de Santiago ha crecido un 10 % en el último año, aupado por el boca a boca: «Mucha gente viene, comparte experiencias y se va a casa muy contenta y siendo mejor persona».

Entre bromas y risas se sucedió el encuentro. La coordinadora de los hospitaleros voluntarios de Feaacs , al que pertenece la valenciana, que organizó parte del recorrido así como el encuentro, Ana I. Barreda, explicó que se trata de un grupo «muy heterogéneo, de gente dispuesta a ayudar a los demás».