El secretario de Medio Ambiente del PSPV, Francesc Signes, mostró ayer su esperanza en que la ministra de Fomento, Ana Pastor, «aproveche su visita [hoy] para pronunciarse definitivamente sobre el Corredor Mediterráneo y comprometerse sobre el futuro de esta obra ante los valencianos y ante nuestros vecinos europeos».

Considera que la visita de la ministra a Valencia «confirma que los distintos tramos del Corredor Mediterráneo que afectan a la Comunitat vuelven a ser una vez más objeto de dudas por su posible inclusión en el Plan Juncker» y critica que «el planteamiento hecho hasta ahora del tercer carril no ha dado ningún resultado». Por ello, «después de dos años del anuncio del tercer carril, los valencianos no podemos seguir siendo víctimas de decisiones de la Generalitat, que no tienen ninguna base técnica ni financiera, y que solo han servido para ser un eslabón más de la cadena de aplazamientos que ha sufrido la Comunitat durante muchos años».

Signes critica que el llamado tercer carril «pretende soportar sobre una misma estructura de tres carriles tanto los convoyes de mercancías como trenes de pasajeros que cumplan las condiciones para ser considerados Línea de Alta Velocidad». Una solución que «no se considera realista ni por los técnicos del Ministerio de Fomento ni por los expertos europeos privados».

Ante esto, Signes reclama a Pastor que «se quite la careta, que deje de reunirse con nocturnidad y alevosía y explique la verdad sobre esta obra a los valencianos». Por otra parte, refirió al «cuello de botella» en que se ha convertido la ciudad de Valencia «al ver interrumpida la posibilidad de ser una estación pasante donde se dé continuidad a las distintas líneas que conectan la ciudad con las líneas que corren paralelas al mar o procedentes del interior de la península».

«Es evidente que la actual saturación que experimenta el llamado túnel de Serrería impide cualquier desarrollo de este Corredor», ha indicado Signes, por lo que espera que la ministra «pueda dar soluciones y proponer este tramo, no sólo en el Plan Juncker sino también en la iniciativa previa 'Connecting Europa' que vence en febrero y que está especialmente orientada a los cuellos de botellas de la Red Transeuropea de Transportes».