El lobby empresarial Ferrmed reclamó ayer al Ministerio de Fomento la creación de un coordinador que armonice las obras del corredor mediterráneo desde Andalucía hasta la frontera francesa. «Necesitamos un coordinador de obras que pise el terreno, que sepa qué está pasando y sirva de enlace con los empresarios para coordinar no sólo las obras y las inversiones sino también la explotación (por ejemplo en la asignación de surcos)», reivindicó ayer el secretario general de Ferrmed, Joan Amorós, en la jornada «Reindustrialización del arco mediterráneo», organizadas por el Colegio de Ingenieros Industriales y Ferrmed en Valencia.

El responsable de Ferrmed dio un baño de realidad sobre los problemas concretos que afectan a las obras del corredor mediterráneo, tras los comentarios triunfalistas ofrecidos por la ministra de Fomento, durante la visita a las obras del pasado lunes. El principal contratiempo es que el corredor mediterráneo en la Comunitat Valenciana, que se construye a paso lento, aún no tiene continuidad en Cataluña. El Ministerio de Fomento aún no ha iniciado las obras del tercer carril entre Castellbisbal y Martorell, a pesar de que las obras están adjudicadas desde diciembre de 2013. «Mientras no se tenga este tramo resuelto, olvídense del corredor mediterráneo desde Valencia», advirtió Joan Amorós. Y la solución para avanzar en esta parte del eje mediterráneo no es sencilla. «Por el trazado entre Castellbisbal y Martorell donde se ha de instalar el tercer carril circulan 230 cercanías al día y, además, se ha de resolver el paso por un túnel que no tiene el suficiente gálibo para los trenes de mercancías», explicó Amorós en rueda de prensa.

Incluso existen problemas en los tramos donde el tercer carril ya está operativo, como el trazado entre Barcelona y Perpignan: «donde hay tres tensiones distintas. Además existe un tramo de cien kilómetros en el que sólo puede circular un tren en ambos sentidos porque no hay potencia eléctrica suficiente o ha de circular con tres locomotoras, lo que encarece el coste; también hay problemas con la longitud de los trenes que, hoy por hoy, aún no pueden superar los 500 metros (cuando lo ideal son 750 m.)». Los trenes pesados o de mercancías peligrosas tampoco pueden usar el nuevo túnel ferroviario de Le Perthus debido a las elevadas pendientes por lo que «sería aconsejable instalar el tercer carril para tener ancho internacional en Portbou», reivindicó Amorós. Ferrmed recopila todos estos «pequeños» detalles que «deberían resolverse «de forma armonizada» para dar continuidad al eje mediterráneo.

El secretario de Infraestructuras de la Generalitat de Catalunya, Ricard Font, también defendió la necesidad de crear un «ingeniero coordinador de obras o una oficina técnica que esté al servicio de esta infraestructura estratégica, porque si el corredor mediterráneo no es eficiente y competitivo, tendremos una infraestructura errónea desde el punto de vista de la planificación. Hay que superar el problema de las cinco señalizaciones, los tres sistemas de electrificación y las trabas a los trenes de 750 metros que existen actualmente». Font también reivindicó «una oficina que se encargue de comercializar el eje mediterráneo, para hacer eficiente la infraestructura, una vez esté finalizada».

Por último, la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, que inauguró la jornada, defendió que la solución del tercer carril es «la mejor opción para evitar tener que esperar diez años a que estuviera ejecutado el corredor mediterráneo, tal como estaba planificado y que sólo existía en un powerpoint». Bonig destacó que «en dos años se ha pasado del proyecto a tener las obras en marcha y los 17 proyectos del eje mediterráneo licitados y adjudicados» y destacó que «todo va fenomenal» y que «hay presupuesto para estar finalizado en 2015» al tiempo que pidió a los empresarios «un poco de seriedad» porque achacó el «pequeño retraso» en las obras del corredor mediterráneo a la modificación del proyecto inicial «a petición suya».