Pablo quiere ser Felipe, el del 82. Pedro también quiere ser Felipe, a ver si de esta manera consigue confundirse con Pablo. El líder del PSOE se desplazó ayer de nuevo a Valencia „la segunda de las tres visitas en dos semanas„ para pronunciar una conferencia en el Club de Encuentro Manuel Broseta, que registró un lleno histórico. Se desplegaron 500 sillas, que no dieron abasto. La charla llevaba por título «Una alternativa económica para España». Ese era el argumento. El tema, la nube que flotaba en la sala, la doble acometida que sufre Sánchez: las encuestas que auguran un crecimiento imparable del fenómeno Podemos a costa, en buena parte, del PSOE, y la amenaza interna y voces críticas con su liderazgo, que han aflorado con el adelanto electoral de Susana Díaz, accionista de referencia del partido con el 26% de la militancia.

En ese contexto, el dirigente socialista advirtió de que la crisis no sólo debe encararse con medidas económicas. «¿Qué hacer?», se preguntó retóricamente. «Hay que abordar una renovación y regeneración política, económica y social semejante a la que lideraron Felipe González o Joan Lerma». «España necesita un cambio tan profundo como el de los 80 con Felipe, quien hizo posible la España de los derechos; Zapatero la de las libertades y ahora nos toca hacer la España de las oportunidades». El líder del PSPV, Ximo Puig, había proclamado que el reto que afrontaba era «reconstruir moral, política, económica y socialmente la Comunitat Valenciana».

Sánchez, Ximo Puig, y hasta el presidente de la entidad organizadora de la conferencia, Francisco Puchol, se conjuraron contra Podemos. Al día siguiente del triunfo de Syriza en Grecia, con la práctica desaparición del socialista Pasok,y de que Podemos reventara el pabellón de la Font de Sant Lluís, Sánchez alertó contra el peligro, entiende, de copiar comportamientos. «España no es Grecia; sería una irresponsabilidad de cara a los inversores importar la política griega. Aquí hay otra alternativa económica y política», sentenció para reivindicar al PSOE. Puig también lanzó su andanada hacia la formación que se perfila como competidora directa en la lucha por ser el primer partido de la oposición y, por tanto, para tener todas las papeletas para conseguir la Presidencia de la Generalitat. «La buena política es la que busca acuerdos para soluciones realistas, no la que da lecciones en los platós de TV ni la que vende recuperación económica». Puchol, el anfitrión, fue más duro: «Nos jugamos la democracia porque en toda Europa se ven brotes de populismo», comentó para subrayar que los «socios del Club de Encuentro» no están por esas opciones políticas.

En su alocución, Pedro Sánchez admitió que la economía española va mejor: «Reconozco que se está recuperando, pero no se justifica la euforia, ni la autocomplacencia, ni significa que los avances se deban al Gobierno». El secretario general del PSOE desgranó la que bautizó como una «agenda para la recuperación justa», que contemplaría una «radical reforma del sistema político democrático», «empleo digno y lucha contra la desigualdad». En lo estrictamente económico, prometió que no subirá impuestos a la «clase media trabajadora», que establecerá mecanismos para que los beneficios de las empresas se reinviertan en innovación y se comprometió a «reducir las diferencias salariales entre los directivos y los trabajadores». Si gobierna, Sánchez aprobará, dijo, un plan contra el excesivo endeudamiento de las familias y un programa de repatriación de jóvenes en el exilio laboral. Reiteró su apuesta por reformar el sistema de financiación autonómica para acabar con la discriminación valenciana y ejecutar el Corredor Mediterráneo, una infraestructura básica.

Tras el pinchazo del Palau, movilización y lleno histórico con presencia de la AVL

El PSPV movilizó a cargos públicos, orgánicos y militantes para que Pedro Sánchez no viera ayer los huecos que se registraron en el Palau de la Música, en la presentación de Joan Calabuig como candidato a alcalde. Era otro aforo y distinto foro. El Club de Encuentro, que convocaba, registró un lleno histórico. Para este tipo de actos. Del mundo empresarial y económico acudieron Juan Manuel Pérez (Colegio Economistas), Paco Molina (CC OO), Gonzalo Pino (UGT-PV), José Vicente González (Cierval), Salvador Navarro (CEV), Emili Villaescusa (Cooperativas), Ramón Mampel (Unió de Llauradors), Antonio Adés (Ford), Diego Lorente (AVE), Jaime Matas (Sabadell-CAM) o Julián Bolinches (Iberdrola). De la universidad, los rectores Esteban Morcillo (UV), Francisco Mora (UPV), Enrique Fernández (Universidad Europea). Pedro Rodríguez (Sociedades Musicales) y Juan A. Parra (Asociación Ciegos-Sordos), también asistieron. No pasó inadvertido Ramón Ferrer, presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.