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La presidenta andaluza, Susana Díaz, refrendó ayer su compromiso de quedarse en su comunidad tras las elecciones del 22 de marzo, en un intento de acabar con la convicción extendida en su partido de que pretende competir con Sánchez en las primarias para ser candidato a la Moncloa. En todo caso, las maniobras en el sur han aventado el cuestionamiento del liderazgo de Sánchez. Ayer, quiso tener un nuevo gesto con Ximo Puig, quien en su día sindicó acciones con Susana Díaz, pero ocupa un puesto relevante en la ejecutiva de Ferraz, que no en balde estuvo avalada por la andaluza. Sánchez ganó en el PSPV por 6.200 votos frente a los 5.444 que logró Madina.

«El socialismo valenciano es una pieza central en la renovación del partido y Ximo Puig es una persona que ocupa un área central en la ejecutiva, la Secretaría de Regeneración Democrática», recalcó el líder del PSOE. Recordó también el papel de Carmen Montón (Igualdad) y José Luis Ábalos, en la dirección del grupo parlamentario. «El PSPV es una pieza fundamental en las estrategias y en el proyecto socialista para España», abundó Pedro Sánchez, como para no escatimar elogios en forma de inversión. «Adelanto que vendré muchísimo para que Ximo Puig sea presidente», fueron sus primeras palabras a la prensa nada más llegar al hotel en el que pronunciaba su conferencia. Este fin de semana regresará con motivo de la conferencia autonómica del PSOE, a la que asistirá también Susana Díaz. «Pedro Sánchez ha venido más en 100 días que Rajoy en toda la legislatura», comentó Puig.