Presidencia de la Generalitat ha presentado como un éxito del jefe del Consell, Alberto Fabra, la visita que el próximo sábado hará a Valencia el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, para, entre otras cuestiones, reunirse con representantes del mundo empresarial valenciano. Pero la visita de Montoro no será un paseo en barco. El encuentro tiene lugar siete meses después de que Fabra la solicitara con el fin de calmar los ánimos de un colectivo que en julio de 2014 protagonizó el motín contra la infrafinanciación. En todo este tiempo ninguna de las exigencias que los empresarios plasmaron en un decálogo se han cumplido y 2014 se cerró sin cambios en el modelo de financiación a la vista y sin una apuesta relevante por el Estado hacia las infraestructuras en la Comunitat Valencia. Con este ruido de fondo, la llamada que el lunes por la tarde se hizo desde el Palau a los principales líderes empresariales ha sido acogida con cierta frialdad. De hecho, varios de los convocados consultados por este diario aseguraron que el ministro oirá el sábado sus quejas por «la falta de cintura política» mostrada este tiempo. Aunque Presidencia de la Generalitat aseguró ayer que la lista de empresarios invitados no está cerrada, todo apunta a que la cita será selectiva y no habrá una representación tan nutrida como la que se produjo en el Palau de la Generalitat en julio.
Así, ya se ha avisado a las cámaras de comercio, a las patronales, a Cierval y a Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). Algunos empresarios como Federico Félix, presidente de la Fundación AVE, incluso se plantea no ir al considerar que la tardanza de Montoro en acudir a la llamada del presidente de la Generalitat es «una falta de respeto a la institución y a la sociedad valenciana». «No sé si finalmente iré, pero si voy, tengo claro que trataré al ministro como se merece y le mostraré nuestro cabreo», manifestó Felix. Aunque otros son más moderados, el malestar ante la sensación de que la cita está hecha en clave electoral (ese fin de semana el PSOE celebra en Valencia la conferencia autonómica) está presente. El asunto Montoro se abordó en la junta directiva de AVE celebrada el lunes e inclulso pudieron escucharse opiniones a favor de plantar a Montoro. Junto a los reproches, los empresarios esperan también propuestas concretas del ministro.
Fabra, en cambio, necesita marcarse un tanto a favor con la cita, pero sobretodo normalizar las relaciones con un ministerio clave para la viabilidad del gobierno de la Generalitat. Y en esta clave, lejos de reproches, Fabra quiere que Montoro, con el que llevaba tiempo sin hablarse, se encuentre a gusto en Valencia. De ahí que el Palau está dándole vueltas a la cita empresarial y está movilizando al partido para arropar al ministro en el acto de partido que tendrá lugar posteriormente. Fabra ha dado instrucciones a la secretaria general del PP, Isabel Bonig, para que contacte con los referentes del partido para que acudan a la calle Quart.
Ayer el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, se esforzó en dar jabón al ministro. Defendió su reforma fiscal (de la Montor hablará el sábado), la bajada de impuestos, el incremento de la inversión territorializada y le agradeció las medidas que suponen un ahorro de 750 millones en intereses y una liquidez adicional de 2.000 millones. El conseller admitió que la financiación es una asignatura pendiente e indicó que el ministro escuchará las sugerencias de los empresarios. La oposición denunció que la reunión llega «tarde», aunque pidió que sea útil y el PP defendió lo importante es que el dinero «ha llegado» a los valencianos.
