El diagnóstico del estado de los servicios de urgencias de la mayor parte de los hospitales de la C. Valenciana no puede ser más desalentador: enfermos que esperan ocho, diez, y hasta 18 horas para ser atendidos, camas en pasillos porque no hay plazas libres en las habitaciones, sin sillas de ruedas, ni celadores para trasladar a los enfermos, pacientes intervenidos que esperan en las Unidades de Recuperación Post Anestésica (URPA) horas y horas hasta que queda libre una cama en una habitación y pacientes de urgencias que tienen que ser ingresados en estas unidades postquirúrgicas porque no hay otro sitio.

Aunque los profesionales hacen todo lo que pueden y más por agilizar la atención, sus dos brazos y manos dan para lo que dan en unidades como la URPA de La Fe donde por la noche hay solo una enfermera y una auxiliar para atender a los enfermos, según dio a conocer Intersindical Salut.

Al no haber refuerzos, el personal de la mañana tuvo que doblar el turno por la tarde mientras 31 personas según unas fuentes y 40 según otras, esperaban pacientemente en urgencias a que se les asignara una cama, 26 de ellas más de veinticuatro horas.

El centro admitió que a media tarde de ayer había 20 enfermos a la espera de una cama y que se habían habilitado 8 nuevas plazas. El sindicato de enfermería desmintió la información del hospital de que se había reforzado la plantilla. «No se ha contratado personal de enfermería para urgencias», destacó el Satse que exige una ampliación de contratos en hospitales y en centros de salud.

Solo dos de cinco, con gripe

En estos momentos y según fuentes sindicales, de cinco pacientes que llegan a urgencias solo dos tienen síntomas de un cuadro gripal. El resto son personas mayores con pluripatologías.

Por otra parte, la conselleria no facilitó ayer el número de personas que ya han muerto de gripe.

Los sindicatos han propuesto a la gerencia de La Fe que se abra la octava planta del hospital de Campanar que cuenta con 23 camas para ingresar allí a los pacientes que no caben en el nuevo centro hospitalario del Bulevar Sur.

El colapso de urgencias se extendió ayer también al hospital Peset donde media docena de pacientes fueron alojados en camas en los pasillos por falta de camas.

En el Clínico, la situación no era mejor, con enfermos acumulados en la sala de espera y en los boxes porque el centro estaba saturado. Ocho enfermos tuvieron que ser derivados al hospital de la Malva-Rosa por falta de camas.

En el Arnau también son jornadas duras de masificación con el hospital al 100 % de capacidad.