Doscientos profesionales de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica de la C. Valenciana debaten en Valencia los pros y contras de las infecciones: desde las más letales como el ébola hasta las más cotidianas como la gripe. La hepatitis C tiene un lugar especial tras la aparición de nuevos fármacos que curan la enfermedad pero que están restringidos a los enfermos más graves. El doctor Juan Flores (Zaragoza, 1955), especialista del hospital Arnau de Vilanova y presidente del congreso, afirma que a los profesionales no se les puede poner en la tesitura de restringir el tratamiento.
¿Cómo viven el conflicto de no poder prescribir los nuevos fármacos que curan la hepatitis C a todos los enfermos?
Hay un conflicto entre lo que sería curar a nuestros pacientes, porque hay un tratamiento que es eficaz en un 90-95 % y, sin embargo, el tema económico impide que esto ocurra. Tiene que haber una salida a esto porque hoy por hoy se puede acabar con la hepatitis C.
Aquí sí que pesan los intereses económicos
El problema es que un laboratorio tiene que bajarse del burro en los precios y la Administración luchar para que ocurra porque no estamos hablando de aliviar, sino de curar.
¿Qué opina de que en estos momentos solo se les recete a los más graves?
Indudablemente ahora los pacientes F4 que tienen cirrosis son una emergencia porque tenemos que parar la infección y su situación clínica y así podrían llegar a un trasplante y su expectativa de vida será mayor.
Moralmente no se nos pueden poner en la tesitura de si unos sí y otros no, porque es muy difícil de decidir.
Pero el posicionamiento terapéutico indica que se dé solo a los más críticos
Una persona con un F3 (en situación anterior a desarrollar una cirrosis) tiene más expectativas pero antes o después acabará en cirrosis. Es un problema moral y a los médicos no se nos puede poner en esa tesitura porque es una situación muy difícil.
¿Se sabe ya cuántos enfermos hay?
Hace quince días que enviamos los datos de todos los pacientes que están en F3 y F4 y ya deben de saber (los responsables sanitarios) cuantos infectados hay y su situación clínica y también deben de saber cuanto dinero van a necesitar. Esos datos no se han difundido todavía, sería interesante saberlos.
¿Por qué el tratamiento con el nuevo fármaco Sovaldi cuesta en España 25.000 euros y en Egipto 750?
Porque allí hay muchísimos más casos, el número de infectados es altísimo, ellos son todos del genotipo 4 que hasta ahora era el más difícil de tratar, mientras que aquí prevalece el 1. La tasa de respuesta con Interferón y Ribavirina llegaba al 40 %, con los antiguos inhibidores de la proteasa se llegaba hasta el 60 % pero con los nuevos fármacos hablamos del 95 % de curación y sobre todo, porque es un tratamiento libre de interferón que tiene muchísimos efectos secundarios. En Egipto, el laboratorio va a vender muchísimo por eso el precio es más bajo, luego están las compensaciones con otros fármacos, las negociaciones entre el gobierno y los laboratorios...
¿Ha recibido peticiones de pacientes que están dispuestos a pagarse ellos mismos el tratamiento?
Tengo pacientes que se van a ir a la India a comprar el fármaco, con una receta que les voy a dar con mi membrete para que puedan adquirirlo, porque allí cuesta mil euros.
¿Y podrán controlarlos aquí?
Si, los controlaremos aquí durante tres meses, que es el tiempo de curación de la hepatitis C.
El virus de hepatitis C avanza lentamente, ¿no?
El virus del sida (VIH) y el de la hepatitis C (VHC) son lentos, inicialmente, el problema es que cuando aparece la sintomatología el individuo ya está afectado y tiene mucha patología. El virus del sida se integra en el ADN de la célula mientras que el de la hepatitis C no, pero el de la hepatitis B, si, y el del herpes virus también por eso hay personas que tienen tantas recidivas.
