El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, inició ayer una visita a Valencia en la que tendrá que hacer frente a las críticas por su tardanza en responder a las peticiones del empresariado valenciano y a las demandas de financiación que le llegan desde el Consell y todos los sectores productivos de la C. Valenciana. Él personalmente sabe que es así y por eso ayer, en la primera jornada de su visita, aprovechó la gira por la Marina Real de Valencia, en compañía de Rita Barberá y Alberto Fabra, para dejar claras sus intenciones.

Después de que la alcaldesa de Valencia le recordara ante la prensa la «demora» en su visita (siete meses pasan ya de la petición de los empresarios), Montoro aseguró que esa demora no es tal. «Si alguien me ha visto ir a otros lugares antes que a Valencia que me lo diga», declaró el ministro, quien recordó que habitualmente está en Madrid centrado en su labor legislativa. Dicho eso, aseguró que está «muy satisfecho de estar aquí».

Sobre la reunión de hoy con el empresariado valenciano, no quiso dar demasiados detalles. Se limitó a decir que sus objetivos básicos serán explicar el «impacto de la rebaja fiscal» puesta en marcha por el Gobierno y hablar de la financiación económica. También abordará la deuda, como lo hizo ayer con Rita Barberá y la Marina Real, bajo la premisa de que todo lo que se puede hacer es lo que se está haciendo con la Generalitat: «reestructurarla para dar viabilidad a las administraciones».

Por su parte, la portavoz del Consell, María José Català, señaló que el Consell confía que la visita de Montoro a Valencia sea «productiva» y «pueda contribuir al cambio de modelo de financiación que necesitamos». Català se expresó así a preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo sobre el almuerzo con los empresarios. «Sabemos que va a ser uno de los temas que se van a tratar tanto por la disposición del ministro como por la de todos los interlocutores empresariales», dijo la consellera. Los empresarios han encajado la visita de Montoro tras siete meses de plantón con cierta frialdad. No quieren ser utilizados y prestarse sin más a la foto de la conciliación. Su objetivo es reiterar las reivindicaciones al ministro. Los principales representantes empresariales ya pactaron en su día un decálogo de peticiones en los que el cambio de la financiación y el incremento de la inversión del Estado en la C. Valenciana son claves. Será, indican fuentes empresariales, la columna vertebral de su discurso. Las mismas fuentes precisaron que también le harán ver en persona al ministro el feo que ha supuesto para los valencianos la negativa a celebrar la reunión que pidió el presidente Fabra. Aunque Montoro viene con 150 millones extra bajo el brazo, los empresarios son conscientes de que se trata de una adelanto que no soluciona la infrafinanciación.

Presencia de Rafael Aznar

A la comida en un restaurante de Malvarrosa está previsto que acudan 45 personas, entre ellas Cámaras de Comercio, Cierval, patronales y autoridades portuarias. Irá también, según confirmó Català, Rafael Aznar, imputado por presuntos delitos de malversación y prevaricación, como presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia ya que no se ha registrado «ninguna novedad» en su sustitución del cargo. Català mantuvo que Montoro es conocedor de la situación de la infrafinanciación de la C. Valenciana, si bien se mostró conciliadora con la decisión de Rajoy de no cambiar el modelo esta legislatura. Agradeció las medidas de liquidez y justificó al Gobierno por los años «muy duros» que se han vivido.

Indicó que la visita de Rajoy el jueves «responde claramente a la insistencia» del Consell para que visite la C. Valenciana y «tenga un contacto directo con los interlocutores sociales». Descartó que sea una casualidad que en época electoral se produzca un desembarco de ministros. El Gobierno ha tenido «una legislatura muy compleja y ha estado muy atareado en la gestión».