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«El riesgo era casi nulo o inexistente»

El exceso de velocidad que provocó el accidente del metro (si se da por buena la lectura de la caja negra que hizo FGV antes de borrar los datos) nunca fue tenido en cuenta antes del siniestro, según admitieron los únicos tres imputados en la causa. El ingeniero de caminos Vicente Contreras Bórnez, que ostentó las máximas responsabilidades en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) entre 1993 y 2013 (como gerente y como director de explotación o número dos de la empresa) defendió ante la jueza que «el riesgo es la probabilidad de que existe un accidente por un determinado motivo y nunca habíamos tenido un caso de accidente por exceso de velocidad, porque el riesgo era casi nulo o inexistente». A pesar de las elevadas responsabilidades que ostentó, Contreras alegó en su declaración: «No soy un experto o técnico en seguridad ferroviaria. De balizas no conocía nada antes del accidente» aseguró, a pesar de que admitió haber viajado a Suiza antes de que se tomara la decisión de instalar el FAP en la Línea 1. Tanto Contreras como Francisco García Sigüenza (el ex número tres de FGV, también imputado) derivaron en sus subordinados las decisiones sobre la instalación de las balizas de frenado. Al tercer imputado en la causa, Francisco Orts, responsable directo de la instalación de las balizas, se le preguntó por qué la baliza estaba programada para frenar a los trenes a 80 km si en el tramo del accidente no se podía pasar de 60 km/h. «¿Es una decisión muy diligente, poco diligente o nada diligente?», se le preguntó a Orts. El técnico no quiso contestar. l. b. valencia

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