El presidente del Banco de Alimentos de Valencia, Jaume Serra, se mostró ayer «alucinado» por las críticas del Colegio Oficial de Trabajo Social, que acusa a este tipo de ONG de fomentar la exclusión social y aseguró que «esa exclusión social la han provocado las políticas que no han estado a la altura de las circunstancias». «Lo único que hemos pretendido es que estas familias sin recursos tengan una puerta a la esperanza», sentenció Serra.

Ayer, la Facultat de Ciències Socials de la Universitat de València acogió un congreso sobre los retos del trabajo social. Entre las conclusiones que derivaron de este encuentro de expertos están las que publicó ayer este periódico, entre ellas que el modelo de los bancos de alimentos fomenta «la beneficencia y la caridad» y que la entrega de comida en colas «es altamente humillante». Los profesionales también denunciaron que las administraciones y los políticos están utilizando a estas ONG para «desmantelar el Estado de Bienestar».

Jaume Serra, en declaraciones a Levante-EMV salió al paso de estas acusaciones. «Los bancos de alimentos hemos tratado de cubrir una carencia y, además, son los propios trabajadores sociales los que desde los ayuntamientos nos envían a estas personas», explicó el presidente de la entidad valenciana que, en 2014 atendió a 55.160 personas al mes, o lo que es lo mismo, repartió 6.690 toneladas de alimentos. Para Serra, si generan exclusión social, «en lugar de enviarnos a estas personas, que los atiendan ellos personalmente, el ayuntamiento o la Generalitat».

Respecto a la humillación y las colas, Serra consideró que en las mismas se detecta la situación de miles de familias que, «lloviendo, con frío o calor tienen que guardar esta espera, que a todos nos parte el alma, para poder comer». «Sólo nos hemos multiplicado para que las familias puedan comer, familias muchas de ellas en exclusión social. Muchas que carecen de los mínimos para poder vivir» lamentó y dijo: «Ojalá mucha gente sólo necesitara el banco de alimentos para situaciones excepcionales». Pero no es así, apuntó, «desgraciadamente la Comunitat Valenciana es una de las autonomías con más familias en exclusión social».

Jaume Serra explicó que, en la actualidad, para entregar alimentos exigen un «documento social», que acredita los problemas de exclusión de una persona o familia, porque lo marca la Unión Europea y los ministerios de Sanidad y Agricultura. «Primero nos pidieron a las entidades que hiciéramos un informe detallado y ahora reclaman que vengan respaldados por un documento social que realizan los trabajadores sociales», explicó.

Sobre estos envíos de víveres desde Europa, el presidente del Banco de Alimentos de Valencia recordó que la última remesa de este tipo «es de septiembre de 2014 y que el próximo no llega hasta junio de este año». «En esos nueve meses de carencia lo que ha hecho el banco de alimentos es multiplicarse y recoger alimentos para apoyar a muchas familias que no tienen a nadie que les apoye», apuntó Serra para cifrar en un 17 % el total de alimentos de la UE respecto a todo lo que reparte la entidad que dirige.

«Pedimos a las familias que aporten esa documentación y son algunos trabajadores sociales los que se niegan a hacerla. Están dando largas a muchas familias y tienen miedo a perder la ayuda que tanta falta les hace», denunció. Pero se comprometió a que «las familias que intenten proveerse sin esa documentación no se quedarán sin alimentos».